La ministra Bullrich confirmó la instalación de una “task force” en Misiones. En la misma semana, el ministro Aguad anunció la creación de una Fuerza de Despliegue Rápido. La excusa del narcotráfico y el terrorismo para cumplir dos insistentes pedidos de Washington. Opina: Elsa Bruzzone, especialista en temas de Defensa.
Por Hector Bernardo | Diario Contexto |
Dos exigencias de Washington que habían sido rechazadas durante años por los sucesivos gobiernos argentinos, en menos de una semana fueron aprobadas por el gobierno de Mauricio Macri. Luego de la visita del secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, el ministro de Defensa, Oscar Aguad, y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunciaron las dos medidas tan esperadas por el gobierno norteamericano: la intervención de las Fuerzas Armadas en temas de Seguridad Interior y la Instalación de fuerzas norteamericanas en el noreste argentino.
El viernes 10 de febrero, luego de un encuentro con el titular de la Administración para el Control de Drogas (DEA), Robert Patterson, la ministra Bullrich anunció como “un gran logro” la instalación de una “task force” (fuerza de intervención) en la ciudad de Posadas, provincia de Misiones, a pocos kilómetros de la Triple Frontera.
Según la agencia oficial Télam, el secretario de Seguridad Interior, Gerardo Milman, aseguró que “es importante para nuestro gobierno poder colaborar con ellos y ellos colaborar con nosotros. Les hemos ofrecido tener un trabajo conjunto en la Triple Frontera por el tema terrorismo, y creemos que también vamos a poder contar con una representación de otras agencias, además de la DEA, que nos permita tener una mirada más profunda de lo que ahí está ocurriendo”.
En la misma línea, el oficialista diario Clarín destacó que el secretario Milman afirmó: “propusimos a las agencias de EE.UU. que se instalen en la Triple Frontera”, en referencia al resto de las agencias de seguridad norteamericanas.
Tanto Milman como Bullrich sostuvieron la teoría, hasta ahora infundada, de que en esa zona actuarían grupos de Hezbollah.
Pocos días antes de las declaraciones de Bullrich, el ministro de Defensa, Oscar Aguad, había anunciado la creación de una Fuerza de Despliegue Rápido, compuesta por miembros de las Tres Fuerzas Armadas y que intervendría en temas de Seguridad Interior, lo que está prohibido por la Ley argentina (http://www.diariocontexto.com.ar/2018/02/09/aguad-acata-las-ordenes-de-estados-unidos-y-crea-la-fuerza-de-despliegue-rapido/).
Desde hace varios años Washington pedía estas dos medidas y desde hace varios años que ese pedido era rechazado, por ir contra la Ley de Seguridad Interior, contra la Ley de Defensa y por poner en riesgo la soberanía nacional y la protección de los recursos naturales argentinos. En menos de una semana, Macri cumplió los dos deseos de la Casa Blanca.
En diálogo con Contexto, Elsa Bruzzone, especialista en temas de geopolítica, estrategia y defensa nacional, integrante del Centro de Militantes para la Democracia Argentina (CEMIDA), recordó que “en el año 2016, cuando Obama visitó Argentina, el presidente Macri y el mandatario norteamericano firmaron una serie de acuerdos de cooperación en Defensa y Seguridad. Con el triunfo de Donald Trump, esos acuerdos habían quedado congelados. Ahora han decido volverlos a activar” (http://www.diariocontexto.com.ar/2016/07/22/marines-en-argentina-avanza-el-proyecto-para-la-instalacion-de-bases-de-ee-uu-en-misiones-y-tierra-del-fuego/).
Bruzzone señaló que, “más allá de algunas quejas del año 2011 y 2012, donde dicen que Argentina y Brasil no siguen las directivas de Estados Unidos, los norteamericanos reconocen que la zona de la Triple Frontera está tranquila”.
“Sin embargo, en los últimos años, en un nuevo informe, Estados Unidos asegura que América del Sur y el Caribe son zonas fácilmente permeables por grupos terroristas. En ese momento se referían principalmente al Daesh o Estado Islámico y el Frente Al-Nusra. Según el informe, desde la región se conseguiría financiamiento, y jóvenes de América del Sur o del Caribe podrían sumarse a las filas de estos grupos terroristas”, comentó.
La especialista explicó que “el mismo documento asegura haber recibido un informe del Ministerio de Seguridad de Argentina que afirma que en la zona de la Triple Frontera se han realizado transacciones ilegales, que tendrían como objetivo conseguir fondos para financiar al Estado Islámico”.
“En función de este informe que eleva el gobierno argentino a Estados Unidos, cuando el entonces presidente norteamericano Barack Obama llegó a Argentina en marzo de 2016, se cerraron esos acuerdos en materia de Seguridad”, recordó.
“Con la excusa de la lucha contra el narcotráfico o contra el terrorismo, instalan bases para imponer su presencia. Donde aparece la USAID, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo que depende del Departamento de Estado, donde está la DEA, donde está la CIA, están estas bases”. Sostuvo Bruzzone.
“En la zona de la Triple Frontera se encuentra el Acuífero Guaraní, que es el cuarto reservorio de agua potable más importante del mundo. Hay que tener en cuenta que los países centrales necesitan estos recursos naturales, que se están agotando en sus territorios. Eso aparece en todos los documentos del gobierno norteamericano, del Pentágono y del Departamento de Estado. En esos documentos se habla de expandir el poder militar norteamericano hacia toda América, hacia África y parte de Asia, en búsqueda de recursos naturales estratégicos que son cada vez más escasos para, como dicen ellos, ‘asegurar el libre acceso y el control de esos recursos naturales’. Han inventado una y mil formas para poder llegar al control de esos recursos”, remarcó.
Bruzzone afirmó que “ellos quieren instalar sus bases en la zona de la Triple Frontera (Misiones – extremo noreste argentino), Ushuaia (Tierra del Fuego – extremo sur) y hay un pedido para poner una base en Jujuy (extremo noroeste). El Triángulo del litio y la puerta de entrada a los recursos naturales de la Antártida (http://www.diariocontexto.com.ar/2016/05/17/desembarcan-los-marines/).
En relación con el anuncio del ministro Aguad sobre la creación de una Fuerza de Despliegue Rápido que esté integrada por miembros de las Tres Fuerzas Armadas, grupo que intervendría en temas de Seguridad Interior, la especialista señaló que “Washington considera que todos los países que estamos en la OEA y en el Sistema Interamericano de Defensa (SIT) hemos delegado nuestra defensa en manos de Estados Unidos y del Comando Sur. Por ende, el rol que asigna el Pentágono a nuestras Fuerzas Armadas es el de la Seguridad Interior”.
“En la zona de la Triple Frontera se encuentra el Acuífero Guaraní, que es el cuarto reservorio de agua potable más importante del mundo.
“Ellos tienen muy claro que el sistema neoliberal implantado en estos países no cierra sin represión y que los pueblos se van a resistir a ese sistema. Plantean que esos ‘brotes de inestabilidad’, como los denominan, deben ser controlados. Por ese motivo, ha sido constante la presión para que aquellos países que tienen leyes de Seguridad y de Defensa, como es el caso de Argentina, eliminen la línea delgada que prohíbe a las Fuerzas Armadas intervenir en tareas de Seguridad Interior”, aseguró.
Por último, Bruzzone sostuvo que “lo que ha decidido ahora el gobierno con la creación de esta Fuerza de Despliegue Rápido viola la Ley de Defensa Nacional y la Ley de Seguridad Interior. Para hacer eso debería convocar al Congreso, derogar las leyes actuales y crear una nueva. Pero no lo han hecho”.