El sionismo es un movimiento colonial europeo. El historiador inglés Keith Whitelam, lo conceptualiza como la continuación de la Europa Colonial. El sionismo en 1948 logra imponer un régimen colonial en Palestina denominado “Israel”. Es un clásico colonialismo, pero su diferencia con el histórico es que no proviene de un pueblo, sino de un movimiento que aromáticamente falsifica la historia y se disfraza de pueblo, es decir el “pueblo judío”. Los judíos, musulmanes y cristianos no son pueblos, son religiones, y es triste tener que explicar esto, a estas alturas de la historia de la humanidad y a un supuesto mundo ilustrado, instruido y secular.
El occidente lleva en su haber una digna historia de lucha por los valores seculares, ello les costó sangre. El secularismo es hoy parte de su identidad, cultura y es todo un sentimiento, pero es tarada y estructuralmente ignorante al creer y sentir que los judíos son un pueblo. Abordar este tema acarrea ser discriminado, incluso por pro palestinos. Más allá de ser un putrefacto tabú occidental, tiene sus consecuencias temerarias debido a la sofisticada censura totalitaria, un claro oscurantismo occidental.
Los ideólogos del sionismo preveían que en su empresa colonial, el día en que el nativo logre su independencia, ellos como colonizadores, que no provienen de un pueblo, sino de un movimiento que busca convertirse en pueblo, no tienen un punto de retorno como ocurrió en el clásico colonialismo, que ellos como judíos retornarían a sus respectivas patrias originarias. Es por esto que el colonialismo sionista tiene como naturaleza el fin mismo de ese pueblo nativo, para así asentar y garantizar las bases de un Estado-Nación denominado “Israel”. Ese principio no solo se mantiene vigente sino que avanza. Hoy algunas tiranías árabes para perpetuarse en el poder, buscan someterse a esa fuerza colonial-imperial, poniendo en riesgo al mundo árabo-persa.
El régimen colonial y expansionista de "Israel" se retiró de los territorios del Sinaí en Egipto, condicionando y sometiendo a la dictadura egipcia. Existe una falsa retirada de los territorios palestinos, condicionando y sometiendo a una casta de traidores palestinos de la denominada Autoridad Palestina. Mantienen una invasión militar en las Alturas de Golán en Siria. Se retiraron unilateralmente del Sur del Líbano, sin condicionar ni someter al gobierno o alguna casta libanesa, y esta excepción es porque fueron derrocados por la resistencia armada libanesa de Hizbollah.
El lobby sionista internacional es el autor intelectual de la barbárica invasión militar imperial estadounidense a Irak, para la supuesta instauración de la democracia y por las supuestas armas de destrucción masiva en Irak. No habrá justicia en el mundo árabo-persa, sino es a través de la abolición del anacronismo colonial expansionista de Israel.
Lo peor de los Acuerdos de Oslo, no es que el colonialismo sionista haya logrado infiltrarse mediante la Autoridad Palestina, sino el “memoricidio” que ejerce esa Autoridad Palestina, borrando la esencia o la razón de ser de lo que es la Causa de liberación del pueblo nativo palestino contra el yugo colonial israelí. Y ese “memoricidio” pasa entre otros, cuando se abandona la lucha armada y nos animan a hacer la lucha pacífica, que ya existía, es decir la lucha cultural, jurídica, académica, política, financiera, económica, mediática, intelectual, humanitaria, religiosa, artística, culinaria, histórica, que ya existía y que debe existir; ella es vital y mágica. Pero el punto es que en el escenario, en el universo pacífico, se censura, se evade la razón de ser de la Causa Palestina. De hecho ya casi nadie habla de la OLP, La Organización para la Liberación de Palestina.
No recuerdo el autor de la frase: Si quieres la paz, prepárate para la justicia. El pueblo palestino se enfrenta al más poderoso movimiento fascista de nuestro tiempo histórico. El sionismo es el mismo imperialismo neoliberal y no neoliberal.
La lucha armada no es fácil y tampoco es garantía de la liberación de la Palestina Histórica. La lucha pacífica no es fácil, se enfoca en los derechos humanos y en muchos casos no aborda la esencia de la Causa Palestina. Los dos frentes son importantes, todos los frentes de lucha son importantes.
Desde el escenario pacífico, como nativa palestina de la Diáspora, hija de campesinos sobrevivientes de Al Nakba, lucho contra el yugo colonial de Israel, lucho por la Liberación Nacional de mi pueblo Palestino contra una fuerza colonial. Sin abstracción, esa funcional demagogia intelectual.
¿Desde el escenario pacífico tiene derecho a existir el régimen colonial de Israel? Desde lo más sano de mi alma digo no. La población denominada israelí pasaría a ser palestina. Plantear esto es escandaloso. Sí entiendo y comprendo la reacción de no entender, comprender y aceptar el derecho de un pueblo nativo a decidir por sí mismo. Entiendo a los ateos de la libertad y justicia.
Toda persona tiene derecho a defender la existencia de ese régimen y anacronismo colonial, imperial. Lo que no es moralmente aceptable y es un atropello a la dignidad humana, es el hecho de censurar dicho punto en el universo del debate. Eso es contrario al mundo libre pensante.
Hay quienes manifiestan amorosamente: Apoyo a "Israel", hay quienes replican, apóyalos en tu país. Si lo apoyas ¿entonces porqué no le otorgas tú tierra patria? Debe haber debate, eso es propio de la condición humana
Creo que los palestinos debemos reposicionar, renacerla raíz de nuestra causa, ser reiterativos, no caer en distracciones, no someternos a la realidad de un contorno. Esto implica un coraje intelectual y una fortaleza humana profunda ante tanta censura, miedo, demonización y amenaza. Debemos hacer nuestra revolución pacífica intelectual. Debemos patear la mesa y ser una rebeldía de lúcida luz intelectual. Allí está no solo la belleza de la Causa Palestina, sino la belleza de ser palestino.
Más que un desafío intelectual, es liberar el temor intelectual, ya que el sionismo en sí mismo es un fraude intelectual, académico, mediático, jurídico, histórico, moral, estético, religioso, arqueológico, sociológico y filosófico.
La Causa de liberación de Palestina es una causa directa de protección al mundo árabo, persa, kurdo, ante el colonialismo expansionista israelí. Como escuché decir en el barrio El Guarataro, en Venezuela, la liberación de Palestina es la liberación del mundo.
Liberémonos de la autocensura que nos tiende la trampa, hay que ser estratégico, inteligentes, sutiles. No recibiremos subsidio, nos van a rechazar, demonizar.
Opera un plan de exterminio contra el pueblo Palestino, no solo colonizaron la tierra patria sino también su historia, su culinaria y su expresión artística más popular, como lo es el bordado. Y es lógico que por ejemplo colonicen el falafel, los bordados. Eso es prueba y muestra de que se trata de un colonialismo que no viene de un pueblo, disfrazarse de pueblo y lo del pueblo nativo. Son modalidades de exterminio, deben expulsar a Palestina de la historia.
De lo que se trata es de ser honesto, el mundo, sí, el mundo corre un riesgo ante el sionismo. Los palestinos tenemos una cita con la historia y es liberar hoy, en el siglo XXI, a su pueblo del anacronismo y expansionista régimen colonial de Israel. Igualmente los palestinos tenemos una deuda con la humanidad misma y es extirpar al sionismo, el más poderoso fascismo de nuestro tiempo, para esto es menester la aldea humana.
Que me acribillen y demonicen con la puerca y bastarda acusación de la supremacía sionista de antisemita. En fin, como decía Ernesto Guevara, Que importa mi vida si lo que está en peligro es la humanidad.
Sí, la liberación de Palestina es la liberación del mundo, es decir un asalto a la historia, un paso contra la atrofia y la barbarie imperial, colonial, sincronizada por el sionismo.
Lo lúgubre es que si dejamos desaparecer al pueblo palestino, ese pueblo existirá en el eco del lamento de la humanidad como el pueblo maldito, que no liberando a su noble causa, la humanidad permanece en las tinieblas. Palestino maldito, Árabe traidor.
Fuente: Al Mayadeen