Las organizaciones benéficas que gozan de vínculos con familias y sindicatos israelíes, según un informe sobre el flujo de donaciones deducidas de los impuestos a las organizaciones, han estado financiando a "grupos antimusulmanes", tal y como los identifica un grupo de presión de los derechos civiles de los musulmanes.
"Islamofobia en la corriente principal" es el título del informe que fue publicado el martes por el Consejo de Relaciones Americano-Islámicas (CAIR), un grupo de derechos civiles y lobby político crítico con "Israel".
El CAIR analizó 50 organizaciones benéficas que encabezaban la lista de unos mil 100 financiadores antimusulmanes identificados en un informe de 2021 para descubrir que 35 fundaciones son responsables de casi 106 millones de dólares canalizados a 26 grupos antimusulmanes entre 2017 y 2019.
Aunque la cifra es menor que en años anteriores, es indicativa de cómo la islamofobia sigue gozando de financiación en Estados Unidos, según CAIR.
No menos de cinco financiadores de la lista proporcionada son israelíes declarados, mientras que muchas otras fundaciones son fundaciones familiares privadas notorias por su apoyo a "Israel".
El CAIR confirmó que la propagación de financiadores vinculados a los israelíes también tiene vínculos con algunos grupos extremistas y de derecha con agenda pro-israelí, que promueven la islamofobia.
Algunos de los grupos financiados fueron mencionados por su nombre, entre ellos el Committee for Accuracy in Reporting the Middle East in America (CAMERA), que recibió más de cuatro millones de dólares en subvenciones. CAMERA se identifica como un organismo de control de los medios de comunicación que lucha contra la parcialidad antiisraelí.
Otro nombre fue el Centro de la Libertad David Horowitz, que, según el CAIR, se dedica a ejercer presión sobre los medios de comunicación y a la desinformación antimusulmana, y la Iniciativa de Defensa de la Libertad Americana, dirigida por Pamela Geller. La AFDI es famosa por sus "campañas publicitarias racistas".
El flujo de financiación en el mundo de las organizaciones sin ánimo de lucro ha sido objeto de un intenso escrutinio en los últimos años.
CAIR, en un comunicado de prensa, pidió un control más estricto sobre el destino de las donaciones, señalando que la comunidad benéfica debe establecer políticas claras para evitar que el dinero vaya a parar a grupos de odio y poner en marcha iniciativas educativas para ayudar a la gente a comprender el alcance de la intolerancia contra los musulmanes.ç