“Para aquellos interesados ​​en los lazos [del Líbano] con Arabia Saudita, [anunciamos que] queremos que Arabia Saudita detenga la política de intimidar a las naciones”, dijo el miércoles Hashim Safi al-Din, jefe del Consejo Ejecutivo de Hezbolá, y señaló que Riad “interfiere descaradamente en nuestro país y le pedimos que no incite a los libaneses unos contra otros”.

“Se requiere que Arabia Saudita deje de dañar a nuestro país”, agregó Safi al-Din.

Sus comentarios se producen en medio de tensiones entre Beirut y Riyadh.

En octubre, Arabia Saudita expulsó al embajador del Líbano y prohibió sus importaciones después de que el entonces ministro de Información libanés, George Kordahi, pidiera el fin de la agresión dirigida por Riad contra Yemen.

El mes pasado, Kordahi presentó su renuncia para aliviar las tensiones con Arabia Saudita, pero la ruptura aún continúa.

Safi al-Din también enfatizó que los intentos saudíes de subyugar al Líbano son en vano.

“Le digo a Estados Unidos, Occidente y Arabia Saudita que hasta ahora no conocen la naturaleza de esta resistencia, la fuerza de su gente y la fe”.

También dijo que la designación de Hezbolá como grupo terrorista es una “agresión” que el grupo rechaza enérgicamente.

“Queremos que el mundo sepa que quien se dirige a la resistencia con una palabra tiene que escuchar la respuesta”.

Hezbollah se estableció después de la invasión y ocupación israelí de 1982 del sur del Líbano. El movimiento expulsó a las fuerzas israelíes del Líbano en mayo de 2000.

Desde entonces, el grupo se ha convertido en una poderosa fuerza militar, asestando repetidos golpes al ejército israelí, incluso durante una guerra de 33 días en julio de 2006.

Safi al-Din hizo las declaraciones durante una conferencia para figuras de la oposición saudí en memoria del fallecido clérigo chiíta prominente Sheikh Nimr Baqir al-Nimr en los suburbios del sur de Beirut.

Durante la conferencia, destacó el apoyo del movimiento a la oposición en la Península Arábiga, señalando que “alzar la voz no significa injerencia en Arabia Saudita”, sino que es un acto de defensa de los oprimidos.

Sheikh Nimr fue ejecutado en enero de 2016, lo que provocó un alboroto mundial contra las medidas enérgicas de Arabia Saudita contra las minorías, especialmente los musulmanes chiítas, que representan más del 20 por ciento de la población del reino.

Fuente: Presstv