El vicepresidente del Frente Unitario de Trabajadores (FUT) de Ecuador, José Villavicencio, aseveró este jueves que el Gobierno del presidente Guillermo Lasso no desea dialogar con las organizaciones y movimientos sociales sobre los problemas que afectan al pueblo y en su lugar descalifica a sus dirigentes.

En entrevista con medios locales, el líder gremial se refirió a los ataques formulados el pasado martes por el mandatario contra el líder de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), Leonidas Iza.

A juicio de Villavicencio, esos ataques demuestran que el Gobierno es el violento (y no los movimientos sociales y sindicales del país), pues no ha ofrecido “respuestas en temas de salud, educación y empleo”, dijo.

Subrayó que ante esa incapacidad del Ejecutivo, “nos queda hacer uso de la resistencia social” y reiteró que continuarán organizándose para la movilización nacional del próximo 19 de enero contra las políticas neoliberales de Lasso.

Explicó que los colectivos sociales han tenido la voluntad y predisposición de dialogar, pero “el Gobierno no ha tenido la voluntad política de convocarlos para discutir”.

Villavicencio apeló a la unidad y manifestó que “cuando se ataca a un dirigente que lucha por mejores condiciones de vida de los ecuatorianos, se ataca a todos. El Gobierno terminó el 2021 atacando a dirigentes sociales y empieza el 2022 en la misma línea”.

Horas antes, Leonidas Iza respondió a las acusaciones del presidente Lasso. En mensaje difundido a través de Twitter, expresó: “Violentos son los evasores de impuestos, ser enemigo de la democracia es no dar la cara por los Pandora Papers y arrodillarse al FMI (Fondo Monetario Internacional)”.

El líder indígena añadió que “violencia es quitar el presupuesto de salud, educación, es precarizar el trabajo. El miedo a nuestra unidad y fuerza se le nota sr. Lasso”, escribió.

El presidente ecuatoriano concedió una entrevista a un medio local en que acusó a Iza de violento y, sin presentar pruebas, lo responsabilizó del incendio a la sede de la Contraloría del Pueblo, así como de secuestros de periodistas.

Además, amenazó con emplear las leyes y la Constitución para enfrentar a quienes catalogó como enemigos de la democracia ecuatoriana.

Fuente: TelesurTv.