Los ejemplos más recientes de esta situación son las dos mezquitas que fueron atacadas ayer martes en el sureste del país y las paredes de las calles que fueron vandalizadas esta semana con grafitis racistas contra musulmanes en el oeste del país.

Según los medios locales, los ataques a las mezquitas tuvieron lugar en las ciudades de La Mure y Domene.

En la primera, la congregación llegó a la mezquita, administrada por la comunidad turca, y encontró los contenedores de basura volcados frente al edificio, así como el buzón y la manija de la puerta dañados, y una pequeña bandera turca quemada.

Los vándalos también escribieron en la pared de la mezquita grafitis islamófobos con consignas como "Los musulmanes son peligrosos".

En la ciudad de Domene una persona que estaría borracha ingresó a la mezquita, dañó el lugar y escribió en un mantel de papel acusaciones contra el imán y la comunidad, a la que acusaba de incitar al terrorismo.

El atacante escapó posteriormente de la mezquita.

Las fuerzas de seguridad anunciaron que iniciaron investigaciones sobre ambos incidentes y no descartaron que exista una conexión entre los ataques. Asimismo, las paredes del centro de la ciudad de Chateau-Gontier, en la región de Pays de la Loire, fueron vandalizadas con grafitis racistas contra los musulmanes y otras minorías.

Las autoridades aseguraron que iniciaron una investigación sobre estas muestras de islamofobia y racismo, informó la agencia Anadolu.