En el nombre de Dios, El Clemente, El Misericordioso
وَلَا يَحْزُنْكَ قَوْلُهُمْ ۘ إِنَّ الْعِزَّةَ لِلَّهِ جَمِيعًا ۚ هُوَ السَّمِيعُ الْعَلِيمُ
“¡Que no te entristezcan lo que ellos digan! En verdad todo el poder pertenece a Dios. Él es quien todo lo oye, quien todo lo sabe”.
Las Palabras destructivas
En las relaciones sociales, el diálogo juega un papel determinante, de ahí que las palabras a veces tienen un rol destructivo o constructivo, en los demás.
Algunas palabras que cumplen una función destructiva, causan heridas en el alma y en el corazón de los demás, a veces causando un daño psicológico, al respecto el Imam Ali (as) dice: “Quizás algunas palabras provocan más daño que las rasgaduras de una lanza y una espada. Las palabras malsanas conducen a una relación dañosa y al revés las palabras cariñosas y afectuosas llevan a una buena y sana relación”.
A veces las palabras dañinas inconscientemente en el habla diaria de los padres, producirá mensajes inapropiados y destructivos que causan humillación y debilitan a los hijos psicológicamente. Señalaremos algunas palabras y oraciones nocivas, esperando nunca utilizarlas.
Palabras destructivas:
Loco (a), mentiroso (a), perezoso (a), temeroso (a), miserable, salvaje, estúpido (a), impuro (a), indigno (a), maldito (a); etc…
Oraciones destructivas:
Tú no sabes nada, los otros son mejor que tú, no tienes razón, tu cerebro no funciona, no entiendes nada, eres egoísta, eres inservible, inútil; etc…
Los comentarios y palabras nocivas que se intercambian en los diálogos diarios de los padres dañarán la autoestima de los hijos y serán una amenaza para su relación saludable con ellos. Cuando los padres se pelean en presencia de los hijos, también tendrá efectos muy negativos en la red de comunicación familiar.
La relación sana y constructiva de los padres entre sí:
¿Cómo se intercambian mensajes y sentimientos dentro la familia? ¿Y cómo podemos comunicarnos de una manera sana?
Como lo dijimos, una relación buena o sana es aquella que se basa en el respeto mutuo, donde se presta atención a las opiniones de los demás, en donde se comparten problemas, dolores, alegrías, expectativas y deseos con sinceridad.
Escuchar bien las palabras de los demás, prescindir generosamente de los errores de los otros, resolver los problemas juntos, son algunas de las características de una familia moderada con una conducta sana.
Es un ejemplo de familia; pues la relación entre el marido y la mujer, se desarrolla en un ambiente tranquilo, lleno de amor y lleno de alegría y sinceridad.
“Entre sus señales está el haberos creado de vosotros mismos parejas para que encontréis la calma junto a ella. Y ha puesto entre vosotros afecto y misericordia. En verdad en ellos hay señales para gente que reflexiona” 30:21(1) .
El resultado de mantener una relación sana entre el marido y la mujer es el vínculo bueno y afectuoso entre los hijos con el respeto mutuo, que causa la calma y la tranquilidad espiritual entre los miembros de la familia.
Expresar afecto sincero con respecto a la personalidad del esposa, hará que la mujer se interese en vivir en un ambiente familiar donde se caractericen los altos valores morales y espirituales. De ahí, es que si los padres quieren tener una buena educación para sus hijos, lo primero que deben hacer, es tener respeto con sus hijos.
Las características de la buena y sana relación entre el marido y la mujer
1-Pasan parte de su tiempo en la vida diaria dedicada a su familia.
2-La relación mutua con el cónyuge siempre mantiene el respeto mutuo. Cada uno tiene responsabilidades separadas y diferentes para que sea la familia afortunada y feliz.
3-Comentan los errores y críticas, lejos de la presencia de sus hijos.
4-La crítica se expresa con respecto a la capacidad de la otra parte para que no dañe su reputación.
5-Se mantiene la personalidad y la autoestima en la expresión de emociones, críticas y consejos.
6-Y ellos deben saber que guardan los secretos del otro; ya que a veces el silencio es mejor que el habla, el arte de callar, según el mandamiento del sagrado Corán:
“Ellas son una vestidura para vosotros y vosotros sois una vestidura para ellas” 2:187(2)
7-Dado que los hombres son responsables de la familia, deben tener mucha paciencia, perdón e indolencia. El Sagrado Corán dice sobre este tema:
“Y si les excusáis, sois indulgentes y les perdonáis, Dios es perdonador y Misericordiosísimo con los creyentes.”14(3)
“En verdad vuestros bienes y vuestros hijos son un examen y junto a Dios hay una recompensa inmensa.”(4)
“ Así pues sed todos temerosos de Dios que podáis y escuchad y obedeced y repartid!. Eso es bueno para vosotros mismos. Quienes están a salvo de su propia codicia, esos son los triunfadores.”16(5)
Por ello, el administrador de la familia tiene la más grande responsabilidad para hacer feliz a la familia y si ve erros en su esposa o en otros miembros de su familia, debe darse cuenta de este mandato del Sagrado Corán:
“Y convivid con ellas conforme a lo que es correcto, pues si os resultan odiosas, quizás odiéis algo en lo que Dios ha puesto un gran bien.”(6)
Las características dañinas de la relación entre la mujer y el marido
Con todo ello, vemos que la comprensión de los padres en todos los aspectos de la vida fortalece las columnas de la familia. La relación de los padres entre sí, el respeto y el amor que tienen, es el eje principal para la salud mental de sus hijos. Ya sabemos bien, que la falta de respeto y de comprensión entre los padres, hace deprimir y daña a los niños. La discordia de los padres les quita autoconfianza a los niños y a veces los efectos de estas malsanas relaciones son más dañinas que el divorcio.
Fuentes consultadas:
1-“La educación superior”; Farhadian, Reza, el centro de la publicaciones de la oficina de difusión de Howzeh Qom
2-“El Sagrado Corán”; 10; 65, 30:21,2; 187, 64:14, 15,16; 4:19
Traducido por: Semiromi
Notas:
1- EL Sagrado Corán_30:21
2- El Sagrado Corán_ 2:187
3- El Sagrado Corán_ 64:14
4- lo mismo_64:15
5- lo mismo_ 64:16
6- lo mismo_ 4:19