Las autoridades de ocupación israelíes liberaron este domingo al prisionero palestino Kayed al-Fasfus tras una huelga de hambre que duró 131 días contra su detención administrativa.
Kayed al-Fasfus, de 34 años, logró poner fin a su detención administrativa después de que llegara a un acuerdo con el régimen israelí el 23 de noviembre, por lo que terminó su huelga que le provocó una pérdida de peso de 45 kilos.
El palestino ha recuperado su libertad en la ciudad de Al-Jalil (Hebrón), en el sur de la ocupada Cisjordania, y ha sido recibido por autoridades y ciudadanos palestinos tras salir de la cárcel.
“El régimen ocupante no pudo avasallarme, y yo pude derrotarlo con la campaña ‘vientre vacío’”, declaró Al-Fasfus, quien pasó más de 18 meses en prisión sin cargos ni juicio.
El portavoz del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), Hazem Qasem, ha felicitado la liberación de Al-Fasfus y ha afirmado que los presos palestinos siempre han demostrado su capacidad para derrotar la injusta voluntad de los carceleros sionistas.
Al Fasfus entró en huelga de hambre indefinida para exigir el fin de su detención administrativa, una polémica práctica que les permite a las autoridades del régimen de Tel Aviv arrestar y detener a una persona sin cargos, ni juicio, sin conocer las pruebas en su contra y menos una revisión judicial justa.
Miles de palestinos, incluidos menores de edad y mujeres, están en las cárceles de la entidad ocupante. Algunos prisioneros han estado en detención administrativa durante 11 años.