Citando datos de fuentes oficiales, políticas y partidistas, el director de este diario, Ibrahim al Amin, asegura que cientos de sirios y libaneses se dirigen al este de Siria a través de los pasos de tráfico ilegal entre los dos países. Algunos de ellos se ausentan dos meses antes de ingresar a su hogar, mientras que otros permanecen en el extranjero.

También resulta que estas personas no van a las áreas del norte de Siria controladas por Turquía y los grupos mercenarios sirios, sino al este de Siria y luego cruzan a Iraq.

Según fuentes de seguridad libanesas, los padres y familiares de jóvenes del norte del Líbano se han quejado a la Inteligencia del Ejército libanés sobre el comportamiento sospechoso de sus hijos.

Se trata de unos 35 jóvenes de entre 16 y 20 años que dejaron el hogar paterno durante un año e informaron a sus padres que se habían unido a las filas del Daesh en Siria e Iraq. Algunos de ellos han enviado dinero para sus padres.

Uno de ellos fue detenido por el departamento de Información de las Fuerzas de Seguridad, pero cuando fue liberado desapareció antes de contactar con su familia desde un lugar de Iraq.

Un padre denunció la desaparición de su hijo, quien pronto se puso en contacto con su madre para hacerle saber “que se ha unido a las filas de los muyahidines”.

Los padres acusaron al imam de una mezquita y a otro clérigo del norte del Líbano de reclutar a sus hijos, que están recibiendo entrenamiento militar.

Según Amin, dado que la situación libanesa sigue oscureciéndose por el aumento de las tensiones políticas internas, es de temer que Occidente bajo el liderazgo de EEUU y con la ayuda de Arabia Saudí recurra a estos elementos para perpetrar actos terroristas en suelo libanés con el objetivo de crear focos de tensión no solo con el Ejército sino también con Hezbolá.

Fuente: Al Mayadeen