La causa palestina late en el corazón de Santiago de Chile

La causa palestina late en el corazón de Santiago de Chile

En el marco del Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino, recorrimos el barrio Patronato, enclavado en la comuna de Recoleta de Santiago de Chile, corazón de la comunidad palestina del país austral —la mayor fuera de Oriente Medio—, para conversar con sus habitantes sobre la diáspora, comunidad y autodeterminación.

 

Annur TV
Wednesday 01 de Dec.

Por Álvaro Tostik

La comunidad palestina de Chile se constituye de diferentes vías. Hay integrantes ya de cuarta generación en el país, como recién llegados que engrosan la lista de palestinos que emprenden su vida lejos de sus tierras.

La gran mayoría de los palestinos se asentaron en el sur del continente americano hacia la década de 1930, sin embargo arribaron al país austral desde fines del siglo XIX y principios del siglo XX.


 

 

Orígenes de una diáspora

"La historia de la colectividad palestina data de los años 1900. La mayoría viene de Beit Jala, un pueblo al lado de Belén. El 99,9% son cristianos ortodoxos", sostiene Farouq, un comerciante textil llegado a Santiago de Chile con 18 años de edad.

Jorge Siade, nacido en Chile en 1954, revela su origen en función de sus cuatro abuelos: "Somos palestinos por todos lados".

"Mi abuelo llegó en 1914 y el primer Siade llegó en 1890. Vivir bajo el Imperio turco-otomano, luego el Imperio inglés, no era fácil. A los jóvenes para que no los mandaran a la Primera Guerra Mundial, los mandaban a cualquier parte del mundo", explica Siade la historia de la comunidad, el barrio y su propia familia a través de la migración.

La inmigración palestina en Chile prosiguió luego de la partición de Palestina en dos Estados por parte de la Organización de Naciones Unidas (ONU), mediante la resolución 181 del 29 de noviembre de 1947, y la posterior formación del Estado de Israel en 1948, tras la llamada Guerra árabe-israelí o la Nakba (catástrofe), como es conocida por el pueblo palestino.

"Yo llegué a Chile con mi hermana en 1968, luego me independicé y me instalé aquí, a trabajar en el rubro textil. Nací en 1950 en Ramallah, donde está la sede de la Autoridad Nacional Palestina. Mi familia salió toda, el año 1948 hacia Jordania. Nos exiliaron… ¡No nos exiliaron, nos echaron!", corrige Farouq.  

Vocación textil

Patronato se formó "hace unos 55 años atrás, donde se empezó a activar el comercio, siempre relacionado al mundo textil", apuntó Carlos Selman, nacido en Santiago de Chile de padres palestinos.

"Nosotros teníamos una fábrica de zapatillas de descanso acá mismo en la casa, mi mamá hacía enaguas y las vendía en el centro", sostiene Selman sobre la impronta textil en el desarrollo comercial y laboral de los inmigrantes palestinos. 

"Hoy en día hay de todo. Primero todo esto era de puros árabes, luego llegaron coreanos (surcoreanos) y chinos. Los palestinos arrendaron las propiedades y se fueron yendo. Ahora hay restaurantes coreanos, árabes, colombianos, peruanos. Se ha crecido en ese aspecto, hay una mixtura", detalla Selman. 

"Mi familia se radicó acá y se dedicó al negocio textil en la zona de Patronato desde 1969 y han hecho su vida acá en Santiago de Chile", explica Maher Abuawab, primera generación de palestinos nacidos en Sudamérica, mientras disfruta de su habano y café con cardamomo en el Café Falastin de Patronato.

Comunidad y raíces

Con el paso de los años, los palestinos fueron extendiendo sus redes al conjunto de la sociedad chilena. Hay miembros de la comunidad que han sido diputados, senadores, ministros y presidentes del Banco Central.

En la actualidad, la comunidad se conforma de alrededor de 600.000 personas. "Deben ser muchos más, todos tienen amigos, compadres chilenos, yo soy casado con chilena", estima Jorge Siade, en la comodidad de su oficina en Patronato.

Familia Siade © Sputnik / Álvaro Roslik

La colectividad sostiene vínculos comunitarios a través de colegios, centros de estudios, clubes, iglesias cristianas ortodoxas, asilos para ancianos, sociedades de ayuda mutua, que aportan a mantener la cultura árabe viva a través de su gastronomía, danzas y lengua.

"Las raíces nunca las vamos a perder, al contrario. Tenemos el corazón y la mente allá. La comunidad es organizada, tenemos sede, un club de fútbol en Primera División, hogar de ancianos, ¡boy-scouts palestinos!", sostiene con orgullo Farrouq.

"A nosotros nos daba vergüenza hablar árabe, a todos nos decían turcos, por entrar con salvoconducto del Imperio otomano, incluso en Argentina nos dicen turcos", lamenta Jorge Siade.

Uno de los orgullos de la colectividad es el club de fútbol profesional de Primera División chilena llamado, como no podía ser de otra forma: Palestino. Club que ha llevado la práctica del deporte incluso hacia la Palestina histórica a través de escuelas de fútbol instaladas en Ramallah y Beit Jala. 

"Hoy en día hay clubes como el Palestino, formado por familias paisanas. Viajamos con el club por Sudamérica cuando clasificamos. Vamos todos, ya que la gran mayoría de la comunidad es de buena situación económica. Hemos ido a Uruguay, a Córdoba [Argentina], a Paraguay, a Brasil", enfatiza Siade. 

El candidato palestino

Tal es el grado de posicionamiento de la colectividad palestina en el país austral, que no fue de extrañar que el alcalde de la comuna santiaguina de Recoleta fuera de origen palestino.

Daniel Jadue, alcalde reelecto de Recoleta y militante del Partido Comunista de Chile, fue la carta presidencial del Pacto Apruebo Dignidad, en las pasadas elecciones primarias chilenas, en las que a la postre sería electo Gabriel Boric como candidato a presidente de Chile, representando a la izquierda.

"Hay de todo en la comunidad palestina, del lado blanco y del lado oscuro, comunachos [risas]", afirma Selman sobre la familia Jadue, reconocidos empresarios palestinos de derecha, defensores de la dictadura de Pinochet (1973-1990), como también del alcalde de Recoleta y excandidato presidencial comunista, Daniel Jadue.

"Daniel Jadue es un gran embajador de nuestra cultura. Sabe con fechas y horas, tiene tremenda biblioteca. Es muy estudioso de nuestra causa", aseguran en el entorno de la familia Siade.

Causa palestina

El tema en el que todo palestino está de acuerdo es la férrea defensa de la causa de la liberación palestina. Para las nuevas generaciones, es un tema intrínseco y sostén de sus raíces, según palabras de Farouq. 

"Palestina para nosotros es una sola, nadie lo puede cambiar. La llevamos en el corazón y vamos a seguir luchando por todos los medios pacíficos hasta lograr el Estado Palestino, independiente y soberano, —no condicional— como quieren otras potencias mundiales", afirma Farouq. 

"Es un Estado [Israel] creado para darle tierra a una nación que sufrió millones de muertos con el nazismo. Pero el sionismo se tomó esa tierra con el apoyo de la ONU, ocupando un lugar que no les corresponde. Es un Estado ocupante", apunta Jorge Siade.

"Están ocupando una tierra que no les corresponde, y del 50% que le correspondería a Palestina, hoy en día tiene 12%, y siguen invadiendo, ocupando y desalojando. Con todo lo que sufrieron con el nazismo, ¡y hacen lo mismo!", reafirma Siade.

"Fuimos en 2012 a la zona. Es muy distinto lo que sale en la prensa y lo que se vive el día a día. El maltrato que vimos hacia ancianos y niños en los checkpoints es espantoso", sostiene Juan Carlos, familiar de Jorge Siade.

"Antes, el judío con el palestino eran hermanos, se respetaban en sus negocios, eran socios. Hoy no se puede creer el apartheid que hay, está todo totalmente segregado. Del lado israelí era Europa, del lado palestino está igual que cuando se fueron los abuelos", agregó Juan Carlos.

Farouq en su tienda de Patronato © Sputnik / Álvaro Roslik

Nuevas generaciones

Las nuevas generaciones viven la causa palestina "con mucha pasión", aseguran desde el entorno familiar de Siade, y agregan que "da mucho orgullo que así sea, nos dan más ganas de continuar la lucha".

Los palestinos coinciden en que la causa palestina es justa e inclaudicable, y que cada nueva generación debe aprender la historia de su pueblo, lo que conduce de forma inexorable, a abrazar la causa palestina como necesaria y reivindicativa de sus raíces.

"Mi generación, yo nací en 1972, vivía muy intensamente la causa palestina, éramos muy activistas, muy pendientes de lo que estaba sucediendo allá. La colectividad es grande acá en Chile, es la segunda más grande de la diáspora tras los palestinos en Jordania", recalcó Maher Abuawab.

Al conversar sobre posibles soluciones al conflicto entre el Estado de Israel y el Pueblo Palestino, la resignación pareciera ser el punto común, pero nunca validado por la colectividad.

"Israel no quiere dos Estados, y no lo va a permitir. Estamos sometidos a una dictadura, a una ocupación. No somos un pueblo armado ni con las posibilidades de poder rebatir una situación así, contra un Estado considerado como potencia militar mundial", consideró Abuawab.

 

Edificio de Patronato  © Sputnik / Álvaro Roslik

"Es un pueblo perseguido toda la vida, que hoy desarrolla un apartheid contra nosotros. Es una verdadera pena que no hayan aprendido una experiencia tan vívida como con el nazismo y que lo estén llevando a cabo de una manera tan brutal y sin control alguno", puntualizó Maher Abuawab.

"Golda Meir [primera ministra israelí entre 1969 y 1974] decía sobre los palestinos, que los viejos morirán y los jóvenes olvidarán. En Chile, por lo menos, la tenemos muy clara. Eso nunca se va a cumplir", finalizó Siade.

Fuente: Sputnik


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