¿Las Montañas están inmóviles como parecen o están en constante movimiento?
El Corán responde:
Se nos informa en algunos versículos del Corán que las montañas no están inmóviles como parecen, sino que están en constante movimiento.
Hemos colocado en la tierra montañas firmes para que ella y sus habitantes no vacilen. Hemos puesto en ella anchos pasos a modo de caminos. Quizás, así, sean bien dirigidos. (Corán 21:31)
las montañas, puestas en marcha, serán espejismo. (Corán 78:20)
Verás pasar las montañas, que tú creías inmóviles, como pasan las nubes: obra de Alá, Que todo lo hace perfecto. Él está bien informado de lo que hacis. (Corán 27:88)
y se pongan las montañas en marcha. (Corán 52:10)
Este movimiento de las montañas es provocado por el desplazamiento de la corteza terrestre sobre la cual están ubicadas.
La corteza terrestre “flota” sobre la capa del manto, que es más densa.
Recién a comienzos del siglo XX, por primera vez en la historia, un científico alemán de nombre Alfred Wegener (1880-1930) sugirió que los continentes de la Tierra debieron estar todos unidos cuando se formaron al principio, y que luego flotaron a la deriva en diferentes direcciones separándose unos de otros.
Recién en la década de 1980 los geólogos comprendieron que Wegener tenía razón, 50 años después de su muerte.
Como Wegener señalaba en un artículo publicado en 1915, la masas continentales de la tierra estaban unidas hace unos 500 millones de años. Este enorme continente emergido, que llamó Pangea, estaba ubicado en el Polo Sur.
Hace aproximadamente 180 millones de años Pangea se dividió en dos partes que derivaron en diferentes direcciones. Uno de estos continentes gigantes era Gondwana, que incluía Africa, Australia, Antártida e India. El otro era Laurasia, que incluía a Europa, América del Norte y Asia con excepción de India.
Durante los siguientes 150 millones de años, siguiendo con su separación, Gondwana y Laurasia se dividieron en partes más pequeñas. Estos continentes que surgieron luego de la división de Pangea han estado moviéndose constantemente sobre la superficie de la tierra a razón de varios centímetros por año, cambiando al mismo tiempo los mares y las proporciones de la Tierra.
Descubierto gracias a las investigaciones geológicas emprendidas a comienzos del siglo XX, este movimiento de la corteza terrestre es explicado por los científicos como sigue: La corteza y la parte más elevada del manto, con un espesor de unos 100 km, se divide en segmentos llamados placas. Hay seis placas mayores y varias menores.
Según la teoría llamada ‘tectónica de placas’, estas placas se desplazan sobre la tierra arrastrando consigo a los continentes y al lecho oceánico.
El movimiento de los continentes ha sido estimado de entre 1 y 5 cm por año.
A medida que avanza el movimiento de las placas esto produce un lento cambio en la geografía terrestre.
Cada año, por ejemplo, el Océano Atlántico se vuelve un poco más ancho” .
Hay un punto muy importante para destacar aquí: Dios se refiere al movimiento de las montañas como un movimiento de arrastre y a la deriva (al compararlo con el paso de las nubes). Hoy día la ciencia moderna también usa el término “deriva de los continentes” para referirse a este movimiento
Fuente:
1-el sagrado Corán 27:88
2-National Geographic Society, Powers of Nature (Fuerzas de la Naturaleza), Washington D.C., 1978, ps. 12-13