Israel adelanta planes para construir más de 1300 viviendas ilegales en la ocupada Cisjordania, pese al rechazo internacional al expansionismo de este régimen.
El diario israelí The Jerusalem Post (JPost) informó el domingo que el régimen israelí tiene previsto construir 1303 viviendas en el área C de Cisjordania.
A pesar que, conforme al medio, es probable que las autoridades israelíes solo aprueben la construcción de 170 viviendas ilegales en la localidad de Jirbet Abdala Yunas, cerca de Jenin (en la Cisjordania), también hay otros proyectos que incluyen el expansionismo israelí.
De hecho, los planes incluyen la construcción de al menos 270 viviendas en la aldea de Al-Masara en la ciudad de Beit Lahm (Belén), 233 viviendas en Al-Masqufa en la zona de Tulkarm y 200 en Dkeika en las colinas del sur de Hebrón. Además, se prevé construir 160 viviendas ilegales en Aba al-Sharqiya y 270 en Bir al-Basha, ambas en la ciudad de Jenín.
El avance de la construcción de las viviendas ilegales en los territorios ocupados palestinos tiene lugar mientras que el rechazo de la comunidad internacional al expansionismo israelí ha aumentado notablemente; en específico, en las últimas semanas, tras difundir noticias sobre la decisión de Israel de construir 3000 nuevas viviendas en varios asentamientos de Cisjordania y el este de Al-Quds (Jerusalén).
Desde la guerra de los Seis Días en 1967, el régimen de Israel ha construido varios asentamientos ilegales en los territorios ocupados de Palestina, pese a que la mayoría de los países y organizaciones internacionales considera ilegales todas las viviendas que ha construido y sigue levantando desde tal fecha.
Por su parte, el portavoz de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE), Peter Stano, dijo el pasado viernes que “los asentamientos son ilegales según el derecho internacional y constituyen un obstáculo importante ante la solución de dos Estados, así como una paz justa, duradera y amplia entre las partes”.
Además, 12 países europeos emitieron el jueves una declaración conjunta, en la que expresaron su firme oposición a la política de expansión del régimen sionista, instándole a detener la construcción de las nuevas viviendas para sus colones en los territorios ocupados.