Un equipo de científicos descubre que existe en el centro de la Tierra “un mundo oculto”, totalmente diferente al que se creía que existía hasta ahora.
La investigación, llevada a cabo por un grupo de científicos del Instituto de Geofísica y Planetología de Hawái, Estados Unidos y de la Agencia de Ciencia y Teconología Marina-Terrestre de Japón, revela que el núcleo de la Tierra no sería completamente sólido, como se pensaba hasta ahora, sino que tendría una consistencia metálica que varía de dura a líquida.
“Estamos encontrando un mundo oculto completamente nuevo. Cuando más lo miramos, más nos damos cuenta de que no es una aburrida bola de hierro”, dijo el miércoles Jessica Irving, sismóloga de la Universidad de Bristol (el Reino Unido), a la revista de divulgación científica Live Science.
En efecto, durante más de medio siglo, para el mundo científico, el núcleo terrestre estaba conformado por una masa de hierro compacta y sólida. El reciente descubrimiento puede ofrecer más información a los científicos sobre el interior terrestre y su actividad magnética.
Para llegar a relevar la estructura del centro terrestre, Irving explicó que se recolectaron datos de ondas sísmicas generadas por terremotos a lo largo de los años. De este modo, los geofísicos pudieron crear una imagen del funcionamiento interno del planeta, de manera “similar a la de una tomografía computarizada de una persona”, agregó.
Según la sismóloga, existen dos tipos de ondas principales: las de compresión en línea recta y las de corte onduladas. Cada una de estas ondas puede viajar de un extremo al otro de nuestro planeta, y, dependiendo del material que atraviesan o por el que pasan, su velocidad y dirección se modifican.
En este sentido, Rhett Butler, autor del estudio señaló en su informe que las ondas de corte onduladas se desviaron en ciertas áreas, y que eso es lo que les ha permitido deducir que el núcleo del planeta no es sólido en su totalidad.
Mediante este sistema de inspección del núcleo terrestre, los científicos pudieron concluir que el mismo contiene fragmentos de hierro blandos y líquidos que están cerca de su superficie. “Observamos muchos detalles dentro del núcleo interno que no veíamos antes”, expresó Butler.