China rechaza el informe de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI, por sus siglas en inglés) de EE.UU. sobre el origen del nuevo coronavirus.
“El informe de los servicios de inteligencia estadounidenses sobre el origen del coronavirus está politizado y carece de credibilidad, Washington está obsesionado con la manipulación política, algo que solo puede dañar la lucha global contra COVID-19”, ha indicado este domingo el portavoz de la cancillería china, Wang Wenbin.
Mediante un informe publicado el viernes, la ODNI de EE.UU descartó la modificación genética de la COVID-19 indicando que las dos teorías principales sobre el origen del coronavirus, ya sea natural o de laboratorio, pueden ser cierta.
Al respecto, el diplomático chino ha rechazado “el uso de los servicios de inteligencia para investigar el origen del coronavirus”, algo que, según señala, es la prueba férrea de la “politización” de la cuestión.
Tras referirse a respaldo de más de 80 países a un estudio realizado conjuntamente por especialistas de su país y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la ciudad china de Wuhan, a principios de este año, Wang ha acusado a EE.UU. de ignorar la opinión de la comunidad internacional y seguir obsesionado con la manipulación política.
“Una mentira repetida mil veces sigue siendo una mentira […]. No es posible cambiar la naturaleza de que se trata de un informe abiertamente político y falso, que carece de ciencia o de credibilidad”, ha denunciado, en alusión al informe de EE.UU. sobre el origen del coronavirus.
De hecho, ha recalcado, la investigación sobre el origen del coronavirus es un asunto científico serio, cuya solución solo puede y debe abordarse mediante la colaboración de estudiosos de toda la comunidad internacional. La manipulación política del problema “podría dañar la cooperación científica, minando el intercambio en la lucha contra la pandemia y causando aún más víctimas humanas”, ha avisado.
En mayo, el presidente norteamericano Joe Biden ordenó a los funcionarios de inteligencia que investigaran los orígenes del virus, incluida la teoría de la fuga del laboratorio, que enfrentó con el rechazo duro de China.