La crisis del Líbano ha sido precipitada en gran parte por Estados Unidos, Arabia Saudita e "Israel" y solo quedará resuelta cuando esos actores deshonestos detengan su intromisión, refiere CovertAction Magazine.
A mediados de octubre, la vicesecretaria norteamericana de Estado, Victoria Nuland, visitó Beirut, Líbano.
Poco antes se registraban manifestaciones contra el manejo del Gobierno sobre la explosión en el puerto de Beirut en agosto de 2020 que causó 218 muertes, 7,000 heridos y $ 15 mil millones en daños a la propiedad.
Se dice que donde quiera que vaya Nuland, emergen los problemas y las protestas que rodearon su visita fueron lideradas por Hizbullah y el movimiento Amal contra el juez Tarek Bitar, a cargo de la pesquisa por la explosión en la terminal portuaria.
La visita de Nuland genera temor entre los libaneses de que Estados Unidos esté a punto de disparar contra una situación ya volátil.
Nuland ha sido una figura clave que aboga por un cambio de régimen en Rusia (un artículo que publicó en Foreign Affairs el año pasado se titulaba "Inmovilizar a Putin") y se desempeñó como asesora principal de política exterior de Dick Cheney durante la Guerra de Iraq.
Además, fue embajadora de Estados Unidos ante la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de 2005 a 2008 cuando estaba presionando para la expansión a lo largo de la frontera de Rusia y liderando la lucha en Afganistán.
Al igual que en Siria, las divisiones sectarias de los países en Medio Oriente se profundizaron por acciones de Occidente e "Israel", el estado sionista y no el pueblo judío, que durante mucho tiempo ha buscado elevar a los cristianos maronitas y debilitar y dividir a Líbano.
Fuente: Al Mayadeen