Un juez libanés acusó el lunes a 68 personas, entre ellas 18 detenidos, de asesinato e incitación a la lucha sectaria por la masacre ocurrida el día 14 de este mes en Beirut, en el barrio de Tayouneh.
Siete personas murieron y otras sesenta resultaron heridas aquel día por disparos de francotiradores que disparaban contra una manifestación pacífica convocada por los movimientos Hezbolá y Amal contra el juez Tarek Bitar, que dirige una investigación sobre la explosión en el puerto de Beirut que mató a más de 200 personas el 4 de agosto del año pasado.
Los cargos del lunes fueron presentados por el juez Fadi Akiki, representante del gobierno en el tribunal militar. También incluyen cargos de intento de asesinato, posesión de armas sin licencia y destrucción de bienes públicos y privados.
Según las confesiones de los detenidos, apoyadas por evidencias, se demostró que el jefe de seguridad de Maarab (sede principal del partido derechista Fuerzas Libanesas), Simon musalim, “inspeccionó” el lugar de la matanza el día anterior a la manifestación, permaneció en la zona hasta el jueves 14 de octubre y la abandonó después de la matanza.
Asimismo, varios detenidos reconocieron que fueron trasladados desde Maarab, el día anterior, y que decenas de miembros del partido Fuerzas Libanesas, con sus armas, fueron desplegados en las calles adyacentes a la ruta de la manifestación, además de los francotiradores estacionados en las azoteas.
El líder del partido Fuerzas Libanesas, Samir Geagea, ha negado las acusaciones y ha dicho que los residentes de la zona de Ain al-Remmaneh, donde se produjeron los actos de violencia, habían actuado en defensa propia.
Entre los acusados figura un soldado que apareció en imágenes publicadas posteriormente disparando contra los manifestantes. Un portavoz del ejército libanés dijo que el incidente estaba siendo investigado por un tribunal militar como parte de la investigación más amplia.
Fuente: Al Ahed