Terrorismo judicial, terrorismo de paramilitares colonos, terrorismo de fuerzas regulares de ocupación, policía y militares, se viene sucediendo sobre la población Palestina de Jerusalén Este y en concreto sobre Sheikh Jarrah, no hay nada que arrope al ejército neocolonial ni a sus bandidos en la forma que quieran presentarse: jueces, colonos, militares. Solo quienes son de su misma catadura tratan de tapar la boca al Derecho Internacional de los Pueblos, y aquí y ahora al Derecho del Pueblo Palestino a disponer de su país. Con Sheikh Jarrah, Jerusalén, con Cisjordania, con Gaza, con cada una de las ciudades, pueblos y campos de Palestina, el Pueblo Palestino defiende su Historia, su cultura, sus mártires y prisioneros, sus Niños y Niñas, y quienes vienen andando por el camino del destierro y quienes pudieron resistir al invasor. Ya sabemos que pasarán los años y los asesinos dirán que ellos no hicieron nada más que bueno, ya lo sabemos, … se irán con las manos manchadas de sangre, contando la mitología de occidente capitalista imperial, pero los pueblos saben lo que son aunque quieran tapar su barbarie con papel de celofán. El doctor Ayman Odeh tiene razón, se detendrá la ocupación, la gente será liberada y los prisioneros serán liberados.

El nuevo invento de los bandidos judiciales sionazis es hacer una oferta a la población Palestina de Sheikh Jarrah para que acepten un contrato de alquiler de sus viviendas para dentro de 15 años marcharse. ¿Alguien entiende que un invasor te ponga la condición de pagarle por tu casa durante 15 años y después dársela? Según el Derecho Internacional, Jerusalén Este sigue siendo territorio bajo ocupación colonial y, por tanto, el ocupante no puede confiscar ni cambiar las leyes del país ocupado para echar a nadie. Su pretensión de expulsar a la población Palestina es completamente ilegal y de realizarlo será considerado un crimen de guerra. Las presiones canallescas que los sionazis vienen realizando para que la población Palestina se vea obligada a marcharse, dibujan a quienes las realizan a todos los niveles, y, como todos los imperialismos ponen de relieve su perversión, estimulada por sus protectores europeos y estadounidenses. El sionazismo es la forma de imperialismo para Palestina y Medio Oriente, es tan vulgar, tan sumamente explotador que hasta él mismo se describe como el Estado de una creencia mitológica de manifestaciones contrarias a la civilización, para con ella asesinar y perseguir hasta la expulsión del pueblo autóctono de Palestina.

La población de Sheikh Jarrah, acosada por los cuatro costados, merece que le lleguen premios que la declaren bajo protección inviolable, y pongan al sionazismo a juicio de la Humanidad. Hace falta que la solidaridad salga a primer plano. Si los seis prisioneros de Gilboa vencieron al sistema de prisiones sionazi, todo el pueblo unido puede vencer a un enemigo tan inculto, tan inhumano, tan contrario a la humanidad. Frantz Fanon hablaba de la realidad colonial nombrándola así: Explotación, torturas, persecuciones, racismo, liquidaciones colectivas y opresión racional se suceden a diferentes niveles para, literalmente, convertir al autóctono en un objeto en manos de la nación ocupante. La dirección unificada de la Resistencia tiene una tarea principal también decía Fanon: … cuando se invita al pueblo a dirigir el país no retrasa el movimiento, sino que lo acelera…. De hecho, el tiempo invertido en explicar, el tiempo “perdido” en humanizar al trabajador se recuperará en la ejecución. La gente debe saber hacia dónde va y por qué. El político deber ser consciente de que el futuro seguirá bloqueado mientras la conciencia del pueblo sea rudimentaria, primaria y opaca. Nosotros, los políticos africanos, debemos tener las ideas muy claras sobre la situación de nuestro pueblo. … Antes de preocuparse por el prestigio internacional, debe devolver la dignidad a cada ciudadano, enriquecer las mentes, llenar los ojos de cosas humanas y desarrollar un panorama humano habitado por personas conscientes y soberanas. Párrafo del capítulo 3 de: Los condenados de la tierra, del profesor anticolonialista Frantz Fanon.

Las persecuciones y la extorsión del ente sionazi que se hace llamar Israel son señalados por los solidarios del mundo, y es por eso por lo que allí donde se denuncian sus crímenes hay inmediatamente lanzan presiones políticas, persecuciones y prohibiciones, como los dos últimos casos, el primero es la persecución a los estudiantes y profesores en EEUU que mediante twit han expresado su desacuerdo con lo que llevan a cabo los invasores, éstos en la pretensión de atemorizar y callar a quien se atreva a decir lo que hacen, exigen la expulsión de la profesora Kylie Broderick, del curso “El conflicto Palestino-Israelí” de la Universidad de Carolina del Norte. El segundo caso es el del gobierno de la Comunidad de Madrid (España) en cuya Asamblea parlamentaria han votado todos los componentes. desde la que se reconoce como ultraderecha hasta quienes se venden en su propaganda como demócratas, progresistas o socialistas, todos de pelajes del sionazismo, para hacer una ley que prohíba a las organizaciones que defiendan el BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones al ente israelí) que es una muestra de solidaridad con Palestina.

La palabra exacta es la que dice la verdad, y la verdad es patrimonio de los internacionalistas solidarios, Francisco de Quevedo decía así:

No he de callar, por más que con el dedo,
Ya tocando la boca, ya la frente,
Me representes o silencio o miedo.

¿No ha de haber un espíritu valiente?
¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?
¿Nunca se ha de decir lo que se siente?

Toda la solidaridad con Palestina unida, con Sheikh Jarrah, que esta gritando No al destierro, no al colonialismo.

Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: Gaza 51 días; Palestina. Crónicas de vida y Resistencia; Dietario de Crisis; Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero; y, Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios. Presidente de AMANE. Miembro de la Asociación Europea de Apoyo a los Detenidos Palestinos. Miembro del Frente Antiimperialista Internacionalista.

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