En su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas el lunes, Mikdad dijo que la campaña de Siria contra el terrorismo continuará hasta que todos los territorios sirios sean purgados de la amenaza, enfatizando que ninguna agresión o presión externa la disuadirá.

“La historia registrará el hecho de que la nación siria no solo defendió su patria y civilización en su lucha contra el terrorismo, sino también a toda la comunidad internacional”, dijo el diplomático sirio de alto rango.

Mikdad señaló que el gobierno de Damasco está trabajando para poner fin a la ocupación extranjera de sus territorios por todos los medios garantizados por el derecho internacional.

El canciller sirio también condenó las opresivas sanciones económicas impuestas contra su país y otros estados como Cuba, Irán, Venezuela y Yemen, afirmando que las prohibiciones impactan negativamente en los derechos humanos, matan a personas y las privan de sus derechos básicos a la salud, la alimentación y la vida.

“Para nadie es un secreto que Siria fue uno de los países más afectados por ataques terroristas patrocinados militar, financiera y logísticamente por estados conocidos por su apoyo al terrorismo. Los actos de terrorismo han provocado el asesinato de personas inocentes, la inseguridad, la destrucción de infraestructura esencial, el saqueo de los recursos nacionales y crisis humanitarias en un país que se enorgullecía de sus logros. Siria registró un crecimiento económico de más del 9,5 por ciento en el año 2010 antes del estallido de la crisis.

“Gracias a los sacrificios y el heroísmo de nuestro pueblo y nuestras fuerzas armadas, y con la ayuda de nuestros amigos y aliados, hemos logrado avances excepcionales en la campaña para enfrentar y eliminar el terrorismo”, dijo Mikdad.

Continuó diciendo que el gobierno turco continúa apoyando el terrorismo en Idleb, convirtiendo la provincia noroccidental de Siria en un santuario para terroristas extranjeros.

Mikdad señaló que las tropas turcas y sus militantes aliados han cometido varios crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, como el desplazamiento forzado, los asaltos a los lugareños y el castigo colectivo de las personas mediante el corte deliberado y repetido de agua a más de un millón de ciudadanos en la ciudad de Hasaka.

Criticó el despliegue de tropas extranjeras en suelo sirio sin el consentimiento del gobierno de Damasco por considerarlo ilegal y una grave violación del derecho internacional, la Carta de las Naciones Unidas y todas las resoluciones del Consejo de Seguridad que exigen respeto por la soberanía, la independencia, la unidad, la soberanía y la integridad territorial de los estados.

“Por lo tanto, la ocupación de territorios sirios por las fuerzas turcas y estadounidenses bajo falsos pretextos y su robo de la riqueza de los sirios deben terminar de forma inmediata e incondicional. Siria trabajará con determinación y perseverancia para poner fin a esa ocupación, y utilizará todos los medios garantizados por el derecho internacional para este fin”, dijo Mikdad.

El ejército estadounidense ha estacionado fuerzas y equipos en el este y noreste de Siria, y el Pentágono afirma que el despliegue tiene como objetivo evitar que los campos petroleros en el área caigan en manos de los terroristas del Daesh. Damasco, sin embargo, dice que el despliegue ilegal está destinado a saquear los recursos del país.

El ex presidente de EEUU, Donald Trump, admitió en varias ocasiones que las fuerzas estadounidenses estaban en Siria por su petróleo.

Fuente: Al Manar