Las compañías de este sector recibieron más de 44.000 millones de dólares desde 2004 por colaborar con agencias estadounidenses involucradas en la llamada guerra contra el terror.
En EE.UU., crece la polémica en torno a la actividad de los gigantes tecnológicos. En medio de la alerta generalizada de que acumulan demasiado poder, ha aparecido un informe que señala que estas empresas se lucran incluso con las guerras. El informe, denominado 'Big Tech Sells War' ('Las grandes empresas tecnológicas venden la guerra'), revela información sobre la venta de datos personales al Ejército y al Gobierno estadounidenses en el marco de la lucha antiterrorista.
20 años después de los ataques del 11 de septiembre en Nueva York y contra el Pentágono, las consecuencias relativas a las libertades y al beneficio privado que trajo consigo la llamada 'guerra contra el terror' están más vivas que nunca.
Uno de los aspectos que continúan vigentes atañe a quienes se beneficiaron y aún se benefician económicamente de la misma. El nuevo informe pone al descubierto cómo las grandes empresas tecnológicas han recibido con esa excusa más de 44.000 millones de dólares desde el año 2004.
La publicación, elaborada por un grupo de ONGs, acusa a empresas como Amazon, Google, Microsoft e incluso Twitter de proporcionar a diferentes agencias gubernamentales estadounidenses herramientas indispensables para hacer la guerra, desde bases de datos hasta drones.
En el informe se recuerda que la aprobación de la Ley Patriota (Patriot Act) por parte del Congreso de EE.UU. en 2001 fue, principalmente, la que abrió las puertas para que las grandes tecnológicas se convirtieran en intermediarias de nuestros datos personales, vendiéndolos a empresas privadas, pero también a las agencias gubernamentales.
Se trataría ante todo de los departamentos de Defensa, Seguridad Nacional, Estado y Justicia, siendo el Pentágono el que más ha gastado: 43.800 millones de dólares. Unos gastos que han aumentado notablemente en los últimos años.
De esta forma, el Departamento de Defensa habría duplicado sus contratos con las grandes tecnológicas entre 2017 y 2019.
En cuanto a las empresas, la publicación destaca cómo Microsoft ha estado beneficiándose de contratos con el Departamento de Seguridad Nacional desde el 2005, especialmente en servicios de computación en la nube. En particular, destaca un contrato ganado el año pasado por un valor de 230 millones de dólares a 5 años.
En cuanto a Amazon, la compañía ha registrado un aumento notable de contratos con el Departamento de Defensa entre 2012 y 2019. En general, el 86 % de los contratos con el Gobierno de dicha compañía, están relacionados con las agencias centrales en la llamada guerra global contra el terror. En el caso de Google, la cifra es del 77 %.
En el informe también figura un apartado titulado 'Anuario de la puerta giratoria' en el que destaca algunas personas que han pasado de ocupar puestos en agencias gubernamentales a trabajar para las grandes tecnológicas.
Es el caso de Jared Cohen, del Departamento de Estado, que pasó a Google, donde desarrolló un proyecto, presuntamente de lucha contra el terrorismo en las redes sociales, que hasta hace muy poco se centraba únicamente en musulmanes.
Otro ejemplo es el de uno de los creadores del Departamento de Seguridad Nacional, que ahora es director ejecutivo en la misma materia en Microsoft. O una figura destacada del FBI que ahora es director de Seguridad en Amazon.
Es decir, fueron 20 años de complicidad empresarial en la creación de lo que para muchos se ha convertido en un auténtico estado masivo de vigilancia.