El secretario de Estado de EE.UU. dice que no sabe si su país mató a un terrorista o un trabajador humanitario en el reciente ataque en la capital afgana.
“No puedo hablar de eso, y no puedo hablar de eso en este marco, en todo caso. Yo no lo sé porque lo estamos revisando”, alegó el martes el secretario estadounidense de Estado, Antony Blinken, en una audiencia del Comité de Relaciones Exteriores del Senado sobre la retirada de las tropas norteamericanas de Afganistán tras 20 años de su invasión.
De este modo, Blinken respondió a la pregunta del senador republicano de Kentucky, Rand Paul, acerca de los informes sobre víctimas del ataque que llevó a cabo EE.UU. el pasado 29 de agosto con avión no tripulado (dron) en Kabul supuestamente contra el grupo terrorista Daesh, pero que se cobró la vida de 10 miembros de una familia afgana, entre ellos niños.
“No sé si es verdad, pero veo las fotos de esos bellos niños que murieron en aquel ataque. Si es verdad y no es propaganda, tal vez ustedes hayan creado cientos o miles de potenciales terroristas al bombardear a la gente equivocada”, sostuvo Paul.
Al respecto, Blinken hizo hincapié que la Administración estadounidense, presidida por Joe Biden, está investigando el referido ataque, asegurando que se realizará “una evaluación completa próximamente”.
Eso mientras que el portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos (el Pentágono), John Kirby, indicó el lunes que Washington no planea investigar sobre tal ofensiva.
En este sentido, el periódico The New York Times en un informe publicado el viernes puso en duda las alegaciones del Pentágono sobre este ataque, según las cuales, “se eliminó una amenaza inminente” al asesinar un “facilitador” de la banda terrorista Daesh, autor de los atentados del 26 de agosto que se saldaron con la muerte de al menos 170 personas, incluidos 13 soldados estadounidenses, cerca del aeropuerto de Kabul.
A pesar de que EE.UU. invadió Afganistán en 2001 so pretexto de luchar contra el terrorismo, deponer al grupo armado Talibán, así como entrenar y equipar a las fuerzas de seguridad locales, según varios expertos, no trajo nada más que destrucción y pobreza para esta nación en Asia Central.
Es más, unos 33 000 menores han sido asesinados y mutilados en el país asiático durante la invasión de EE.UU. y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Afganistán, tal como informó el 31 de agosto la oenegé Save the Children.
Fuente: Hispantv