Esas afirmaciones fueron realizadas por el embajador de Bolivia ante la OEA, Héctor Arce, durante una entrevista en el programa “Primer Plano”, de Bolivia Tv, donde recordó que el país ya hizo una denuncia pública contra Almagro, durante una sesión del Consejo Permanente del organismo, por su injerencia en asuntos internos del país.

“Nosotros vamos a agotar todas las instancias, el Secretario General, en el último Consejo Permanente, ha abierto la posibilidad y es una situación que nosotros le hemos tomado la palabra y han habido declaraciones del Ministro de Justicia que se están analizando conjuntamente los actores de gobierno y nosotros vamos a llevar a todas las instancias que sean necesarias, a todas las instancias que el derecho internacional nos permite para finalmente tener la certeza y que la OEA tome conciencia y el señor Almagro, por un mínimo de ética, una vez conocida esta situación, tendrá que renunciar,  tendrá que ser apartado de su cargo , en base a los hechos, en base a la verdad”, indicó.

“Nosotros estamos en base a la verdad y esta es una batalla, una lucha que no va a terminar hasta que finalmente conozcamos la verdad y esta búsqueda de la verdad no es por capricho de nadie ni es por hacer daño a nadie”, agregó.

Arce dijo que la Contraloría evidenció que la Secretaría General de la OEA nunca hizo una auditoría a las elecciones de 2019 de acuerdo a las parámetros y normas nacionales e internacionales, incumplió el acuerdo suscrito con el país y solo emitió, la madrugada del 10 de noviembre de 2019, un informe ilegal, arbitrario que “falseó la verdad” sobre esos comicios.

Ese informe preliminar de Almagro, que no estaba contemplado en el acuerdo con el país, fue el “detonante” de los hechos de violencia que se sucedieron en noviembre de 2019, indicó el Embajador.

Añadió que se identificó que el origen de la violencia ocurrida entonces tiene que ver con el informe de Almagro.

Por otra parte, Arce lamentó la postura de la jerarquía católica que pidió piedad para Jeanine Áñez pero no hizo lo mismo por las víctimas de las masacres de Senkata y Sacaba o por los refugiados en la residencia de la embajada de México en Bolivia.

Fuente: www.abi.bo