Bangladés anunció este lunes 2 de agosto que se opone firmemente a una propuesta del Banco Mundial que busca integrar a los musulmanes rohinyá en el país, donde se alberga a más de 1,2 millones de personas desplazadas.
El país teme que tal política afecte directamente al foco principal: la repatriación.
El ministro de Relaciones Exteriores AK Abdul Momen señaló que el Banco Mundial ha preparado un programa a largo plazo para 16 países que están acogiendo a refugiados para su integración, bienestar, igualdad de empleo y una mejor comunicación entre los refugiados y las comunidades de acogida.
“Pero no estamos incluidos en la definición de lo que ha querido decir el Banco Mundial. Los rohinyá no son refugiados en nuestra definición. Más bien, son personas perseguidas y desplazadas a quienes les brindamos refugio temporal aquí [en Bangladés]”, sostuvo.
“Nuestro tema prioritario es que deberían regresar a su propia tierra [en Myanmar]”, enfatizó, mientras hablaba con los reporteros en la capital, Daca, criticando el informe del Banco Mundial sobre la integración de refugiados en sus países de acogida de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
De acuerdo con Momen, el informe “sugiere extender a los rohinyá el derecho a la propiedad de la tierra, la propiedad de las empresas, los derechos de elección y movilidad y la igualdad de derechos en el empleo que ejercen los ciudadanos de Bangladés como parte del proceso de integración, y si estamos de acuerdo con la propuesta, entonces proporcionará apoyo financiero a este efecto con un fondo de USD 2 mil millones del Banco Mundial».
“Nos oponemos firmemente y rechazamos completamente el informe del Banco Mundial, ya que contradice nuestra filosofía sobre los rohinyá. Creemos que la única salida para el bienestar de los rohinyá es la repatriación”, aseveró el funcionario.
Bangladés revisará la propuesta y eliminará esas disposiciones, ya que van en contra de su política, indicó el principal diplomático, y agregó que habrá algunos ajustes a la propuesta del Banco Mundial y se firmará un memorando de entendimiento si el banco está de acuerdo con la propuesta revisada.
Instó al Banco Mundial y a las agencias de la ONU a trabajar en cambio en la implementación de la repatriación de musulmanes rohinyá a Myanmar.
Momen alegó que las agencias de la ONU, las organizaciones no gubernamentales internacionales y algunos otros Gobiernos están adoptando programas a largo plazo para los rohinyá que podrían retrasar aún más el enfoque principal de la repatriación.
Bangladés alberga actualmente a casi 1,2 millones de musulmanes rohinyá que huyeron de una brutal represión militar en el estado de Rakáin en su país de origen, Myanmar, en agosto de 2017.
Según Amnistía Internacional, más de 750.000 refugiados rohinyá, en su mayoría mujeres y niños, huyeron de Myanmar y cruzaron a Bangladés después de que las fuerzas de Myanmar lanzaran una ofensiva contra la comunidad musulmana minoritaria en agosto de 2017.
Desde el 25 de agosto de 2017, casi 24.000 musulmanes rohinyá han sido asesinados por las fuerzas estatales de Myanmar, mientras que más de 34.000 rohinyá fueron arrojados al fuego y más de 114.000 más fueron golpeados, según un informe de la Agencia de Desarrollo Internacional de Ontario (OIDA).