Imagen: Vijay Prashad, autor de la columna, junto a Daniel Jadue. 

Daniel Jadue busca un álbum de fotos en su oficina. Le pregunté cómo llegó a ser alcalde de Recoleta, un municipio en la capital chilena, Santiago, y sobre su candidatura a la presidencia. Se distrae. Quería mostrarme algo. Nos habíamos topado con que Daniel proviene de una familia palestina y que pasó parte de su juventud trabajando con la Unión General de Estudiantes Palestinos (UGEP). Abre un armario, busca en un cajón y, por fin, encuentra lo que buscaba: un tesoro escondido, un álbum de recortes y fotos. Entre ellas, me muestra las fotos de su grupo de dabke. Ahí está Daniel, el líder del grupo, bailando al ritmo de una cultura que resuena en su corazón.

"Ser palestino no es comer comida palestina y bailar dabke", dice tajante. "Bailé dabke durante veinte años. Fui profesor de dabke. Pero eso no basta. Si eres palestino y no sabes de qué lado del muro estás, entonces no eres palestino". El muro al que se refiere es tanto el muro levantado por Israel que acuartela Cisjordania, como el muro en nuestra mente que nos impide ver la realidad de la ocupación israelí en Palestina y las condiciones de apartheid de los palestinos en Israel y en el exilio. "No se puede estar a favor de los derechos humanos fuera de Palestina y en contra de los derechos humanos de los palestinos", dijo.

Imagen: Daniel Jadue comparte unas fotos suyas bailando Dabke. 

En Chile vive medio millón de palestinos, incluidos los padres de Daniel, que tienen sus raíces en la ciudad palestina de Beit Jala. Su madre, Magaly del Carmen Jadue, se dedicaba a la confección de ropa, mientras que su padre − Juan Fariz Jadue − se fue de la casa cuando Daniel tenía sólo tres años, sin dejar apenas huella en su hijo. Cuando Daniel se involucró en la política de izquierdas, su padre − que resultó ser admirador de Pinochet − reapareció para tratar de alejar a su hijo del radicalismo. Era demasiado tarde. Daniel, que había aprendido de su madre soltera de clase trabajadora, se metió en la política por la liberación de Palestina y el comunismo.

En 2020, el Centro Simon Wiesenthal incluyó el nombre de Daniel en su lista de los diez mayores antisemitas. Daniel y Maurice Khamis (presidente de la Comunidad Palestina de Chile) rechazaron las acusaciones. El caso se sostenía en el hecho de que un político tan importante sea partidario de la campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), lo que es intolerable para el Centro. Para el rabino Abraham Cooper, del Centro Simon Wiesenthal, es “chocante” ver la posibilidad que tiene Daniel de ganar las elecciones presidenciales. Cuando le preguntaron por la acusación de antisemitismo, Daniel dijo a El Mercurio en noviembre de 2020: "Me llevo muy bien con los judíos; tengo algunos problemas con los sionistas". "No hay nada en mi historia que sugiera algo parecido al antisemitismo", me dijo Daniel. "Estoy a favor de los derechos humanos. Pero por derechos humanos que incluyen los derechos del pueblo palestino".

Fotos de Daniel Jadue bailando dabke

Alguien con el temple de Daniel Jadue no se limita a hablar de los derechos de tal o cual persona, sino que hace algo al respecto. Cuando tenía 11 años, Daniel se involucró en la Unión General de Estudiantes Palestinos (UGEP). La primera foto de Daniel en una manifestación es de 1982, en una protesta contra la masacre de Sabra y Shatila (Beirut, Líbano). De 1987 a 1991, Daniel dirigió la UGEP y de 1991 a 1993 coordinó las actividades de la Organización de Jóvenes Palestinos en América Latina y el Caribe. Su nombre en árabe es Faruk, el que diferencia entre el bien y el mal. Durante este período, Daniel viajó al Líbano y a Siria, donde se reunió con diversos líderes palestinos y pudo desarrollar su sentido de la política y las posibilidades de estas relaciones. Mientras habla de su trabajo con los estudiantes y los jóvenes de Palestina, le sugiero que esto podría ser su talón de Aquiles en las elecciones presidenciales. "Sí", afirma. Los sionistas utilizarán esa lista de Simon Wiesenthal de 2020 para desacreditarlo acusándolo de antisemita; y pronostica que el ataque será más despiadado que el de la extrema derecha de la época de Pinochet. "Todo esto que te cuento ya lo he dicho públicamente", dice. "Quiero que toda mi trayectoria sea visible porque no tengo nada que ocultar".

Cuando se definió su candidatura a la presidencia, comenzaron los ataques a Daniel, los que se centran en su militancia en el FPLP, la cual nunca ha ocultado. Varios países occidentales incluyeron al FPLP en sus listas de organizaciones terroristas, pero esto ocurrió después de que Daniel abandonara la organización. Luego de la anulación del FPLP como organización política legítima vino el "politicidio" generalizado − como dijera Baruch Kimmerling − de la política palestina. Aunque nada de esto le importa a quienes quieren retratar a Daniel Jadue como un hombre peligroso.

En 2009, Saed Erekat organizó una visita a Palestina con personas destacadas de la diáspora. Cuando le preguntaron a Daniel si se sumaría al viaje, no dejó pasar la oportunidad. Era la primera vez que visitaba Palestina, el hogar de sus antepasados. Cuando regresó a Chile, Daniel escribió un libro sobre sus experiencias: Palestina: crónica de un asedio (2013). Cualquier libro genuino sobre Palestina cubre lo básico, las apropiaciones de tierras, la terrible indignidad de los puestos de control, el brutal recordatorio de la ocupación con el muro alrededor de Cisjordania. Pero el libro de Daniel habla más que de la atrocidad del apartheid. Habla de la pasión de estar en su tierra natal, de sus interacciones con palestinos de diferentes clases sociales y la alegría de saber que la liberación es posible. Hasta el dabke hace un cameo en su libro. Vio cierta "desesperanza aprendida" en los rostros de los palestinos, pero al ver una protesta en Bil'in, un pueblo de gran resistencia contra la indigna cotidianidad de la ocupación, esta desesperanza se disipaba.

La oficina del alcalde en Recoleta está llena de objetos que muestran su compromiso con Palestina. En la pared está el dibujo de Handala y sobre la mesa, un libro sobre Palestina. "¿Por qué dejó de trabajar con las organizaciones palestinas en 1993?", le pregunto, con su currículum en mano. "Me desanimé cuando me enteré de los acuerdos de Oslo", dice. "Me pareció que eso era rendirse". Fue a partir de ese sentimiento de frustración con los dirigentes palestinos, recuerda Daniel, que profundizó su participación en el Partido Comunista de Chile. Nacido en Recoleta en 1967, dos semanas después de que terminara la Guerra de los Seis Días, Daniel ahora vuelve a su hogar desde la política. En 2012, se presentó en la lista "Por un Chile justo", resultando electo alcalde de Recoleta. En esta última década, Daniel ha ganado reputación por liderar un municipio que antepone las personas a las ganancias económicas, con un programa de farmacia popular que ha resultado esencial durante la pandemia. Este año, gracias a su labor en Recoleta, espera convertirse en presidente de su país. "Quiero sacar a Chile de los restos de la dictadura y del neoliberalismo", dice.

Daniel no será el primer jefe de gobierno palestino en América Latina. Lo anteceden Carlos Facussé (Honduras, 1998-2002), Antonio Saca (El Salvador, 2004-2009) y Nayeb Bukele (2019-actualidad). Lo que distingue a Daniel de estos tres líderes centroamericanos es su fuerte compromiso con la libertad del pueblo palestino. De hecho, eso es lo que lo define.

Fuente: Daniel Jadue is the Palestinian candidate for Chile’s presidency

*Vijay Prashad es corresponsal jefe en Globetrotter y director del Instituto Tricontinental de Investigación Social

Traducción anónima para Palestinalibre.org de la versión en inglés en Mondoweiss.

Vijay Prashad en Mondoweiss

Por Vijay Prashad para Mondoweiss y traducido por Palestinalibre.org.