La oenegé HRW revela nuevas filtraciones de “torturas brutales” a mujeres activistas y otros detenidos políticos en las cárceles de Arabia Saudí.
Una mujer ve un tuit de la hermana de la activista saudí Loujain al-Hathloul, tras la liberación de Al-Hathloul, 10 de febrero de 2021. (Foto: AFP).
La organización pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW) ha publicado este domingo un nuevo informe, basado en el testimonio de algunos guardias de prisiones, que narra “la brutal tortura que aplica Arabia Saudí a defensores de los derechos de las mujeres y otros detenidos de alto perfil”, incluidas descargas eléctricas, azotes, golpizas y acoso sexual, en las cárceles del reino árabe.
El reporte se fundamenta en una serie de mensajes de texto anónimos enviados a HRW en enero de este año en curso por guardias de prisiones que presenciaron escenas de tortura y malos tratos a detenidos de alto perfil, que cometieron interrogadores saudíes a finales de 2018; según HRW, estas personas se negaron a revelar su identidad por temor a las represalias.
El subdirector para Asia Occidental de HRW, Michael Page, ha indicado que estas nuevas pruebas sobre la tortura a estos activistas feministas saudíes y otros detenidos “expone aún más el absoluto desprecio de Arabia Saudí por el Estado de derecho y la ausencia de una investigación creíble de estas acusaciones”.
“Dejar que los abusadores siempre salgan del apuro envía el mensaje de que pueden torturar con impunidad y nunca enfrentar la responsabilidad por tales crímenes”, ha agregado.
Los testimonios se refieren a la prisión de Dhabhan, al norte de Yida (sur), y otro lugar que los guardias identificaron como una cárcel “secreta”.
Entre los detenidos que sufrieron blanco de torturas y malos tratos, en un mensaje de texto figura la destacada activista Loujain al-Hathloul, que fue puesta en libertad condicional en febrero tras haber sido detenida en mayo de 2018 por defender los derechos de las mujeres en el país árabe, incluido su derecho a conducir.
“Loujain al-Hathloul fue objeto de un acoso sexual sin precedentes para mí, por lo que he presenciado. [Los interrogadores] disfrutaban mientras la insultaban”, narra.
En otro mensaje de texto, un guardia menciona a Muhamad al-Rabea, que fue arrestado junto a varios activistas defensores de los derechos de las mujeres en una amplia represión en mayo de 2018 y permanece en prisión cumpliendo una sentencia de seis años de prisión por una serie de cargos vagos y falsos.
“Al-Rabea fue una de las personas que fue torturada más allá de sus límites, especialmente cuando el interrogador se enteró de que le dolía la espalda, y fue entonces cuando comenzó a ser creativo mientras le torturaba, apuntando a lugares ya dolorosos, en la medida de lo posible. No podía ir al baño sin que lo ayudáramos”, se dice en el texto.
Dada la falta de voluntad de Arabia Saudí por realizar una investigación independiente y creíble sobre las denuncias de tortura, la imagen del país árabe seguirá empañada hasta que sus autoridades permitan que observadores internacionales independientes intervengan e investiguen las denuncias de tortura, ha subrayado HRW en su informe.