El ataque sistemático de Israel a los periodistas que trabajan en Palestina y la falta de investigación adecuada de los asesinatos de trabajadores de los medios viola los derechos a la vida y la libertad de expresión y puede equivaler a crímenes de guerra, sostuvo la Federación Internacional de Periodistas (FIP) en la sesión 47 del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.

En videoconferencia, Jennifer Robinson, asesora legal de la FIP y su afiliada, el Sindicato de Periodistas Palestinos (PJS), instó a Irene Khan, la relatora especial de la ONU, a actuar sobre la denuncia presentada en diciembre 2020 que detalla los ataques sistemáticos contra periodistas en nombre de cuatro víctimas identificadas como Ahmed Abu Hussein, Yaser Murtaja, Muath Armaneh y Nedal Eshtayet, quienes fueron asesinados o mutilados por francotiradores israelíes mientras cubrían manifestaciones en Gaza.

Todos llevaban chalecos PRESS claramente marcados en el momento en que les dispararon.

La FIP ha condenado repetidamente los ataques deliberados contra periodistas y medios de comunicación por parte de Israel, ya que al menos 46 periodistas han sido asesinados desde 2000 y no se ha exigido cuentas a nadie.

Jennifer Robinson, una abogada de Doughty Street Chambers, dijo al Consejo que: «Con al mantenerse la impunidad, los ataques continúan. En mayo 2021), Israel bombardeó instalaciones de medios en Gaza, incluidas las oficinas de Associated Press, y al menos dos periodistas murieron y otros cien resultaron heridos en incidentes separados. La FIP y el PJS consideran que se trata de un claro intento de Israel de silenciar las informaciones de los medios sobre el terreno».

Añadió que «la comunidad internacional y este Consejo dependen de informes precisos e imparciales sobre el terreno en Palestina. Los ataques contra periodistas y organizaciones de medios en Palestina impiden esta información esencial. Esto viola no solo los derechos de los periodistas, sino también el derecho que todos tenemos a recibir información sobre los eventos en Palestina».

Y concluyó que «esta focalización debe terminar y los responsables deben rendir cuentas».