El 3 de julio de 1988, el avión civil iraní (Airbus A-300) con 290 personas a bordo, que se encontraba cubriendo la ruta de Irán a Dubai, fue derribado por el crucero lanzamisiles USS Vincennes de la Armada de EE.UU. en aguas del Golfo Pérsico.
Washington nunca pidió perdón a los familiares afectados por lo que había hecho su flota lanzamisiles y justificó que sus militares habían confundido la aeronave con un avión de combate Tomcat F-14. Al respecto, el entonces Vicepresidente George H. W. Bush (padre) afirma en una conferencia de prensa: «No me importa lo que digan los hechos: nunca pediré disculpas por Estados Unidos», en referencia al incidente ocurrido un mes antes (3 de julio de 1988).