La propaganda de los monstruoso mediáticos mostró claramente el profundo odio del sionismo y la extrema derecha hacia el Islam y los musulmanes. La hostilidad y el odio del Occidente hacia los musulmanes no ninguna novedad.

Mientras que el régimen israelí recurre a artillería, armas y ejércitos para ocupar los territorios de los musulmanes, los países occidentales emplean los medios de comunicaciones y las redes sociales como un arma contra los musulmanes para mantenerlos débiles y dependientes.

Al principio y antes de la “revolución de la información”, el Occidente utilizó el orientalismo y luego Hollywood para dañar a los musulmanes y promover una imagen negativa de ellos: un ser humano atrasado y codicioso que se deja llevar por sus instintos sexuales.

Desde el inicio, el Occidente trató de presentar el Islam y a los musulmanes como una religión obstinada y atrasada, incompatible con los cambios de la sociedad actual, porque los occidentales son muy conscientes del poder y el dinamismo de la religión del Islam y saben que esta fe se considera un obstáculo contra sus planes y conspiraciones.

Si bien muchos consideran el cine un entretenimiento, para el Occidente, el cine es una industria debido a sus dimensiones culturales y psicológicas. Una industria que ha usado la riqueza como un arma para su guerra blanda. Por lo tanto, el cine no es solo para los artistas, sino una peligrosa herramienta que utilizan las instituciones políticas y de seguridad en el Occidente, y especialmente en Estados Unidos, para destruir la imagen de los musulmanes.

Guerra de Hollywood contra los musulmanes

A lo largo de los años, antes y después de los ataques del 11 de septiembre de 2001, muchas personas se han dado cuenta de que Hollywood tiende a deshumanizar a los árabes y musulmanes. En la mayoría de las películas occidentales, los personajes árabes y musulmanes están sujetos a estereotipos raciales y étnicos, y han seguido siendo el centro de vilipendio de la industria del entretenimiento.

Los medios de comunicación han representado a los árabes y musulmanes de diversas formas negativas dentro de la cultura estadounidense y en el Occidente, en general. A través de los medios de comunicación, la literatura, el teatro y muchos otros medios creativos de la sociedad, los occidentales llevan trabajando mucho para dañar la imagen del Islam.

Tales representaciones han tenido repercusiones muy negativas en los árabes y musulmanes que viven en los países occidentales.

En las obras de Hollywood, por lo general, los árabes se consideran un peligro o una amenaza, ignorantes, violentos y, lo que es más importante, están obsesionados con secuestrar o matar a tantos occidentales como sea posible, ya que, supuestamente, los ven como el enemigo.

En las películas de Hollywood, los árabes equivalen a los musulmanes, aunque los árabes, en realidad, representan menos del 20 por ciento de la población mundial islámica. Los seguidores o partidarios del Islam viven en todos los continentes y la mayoría musulmana no está presente en Asia Occidental, sino en la región de Asia-Pacífico, en países como La India, Malasia e Indonesia.  

Básicamente, lo que está haciendo Hollywood ahora es utilizar una técnica más nueva y eficaz para deformar la imagen del Islam; cómo se describe a los musulmanes en Hollywood se equipara a cómo se retrata a los judíos en las películas de inspiración nazi.

Lamentablemente, la imagen negativa suele ser más influyente que la positiva, puesto que alimenta los miedos de la gente. Esto significa que la mayoría de los occidentales forman su concepto del Islam a partir de lo que les ofrecen los medios de comunicación, y esto es extremadamente problemático.  

En su libro “Guilty -- Hollywood’s Verdict on Arabs after 9/11”, Jack Shaheen criticó la política hostil de Hollywood hacia los musulmanes tras los ataques del 11 de septiembre. “En los Estados Unidos, puedes decir lo que quieras sobre el Islam y salirte con la tuya. En otras palabras, puedes golpear a un árabe gratis”, enfatizó Shaheen.

Shaheen, un estadounidense de ascendencia libanesa, ha examinado el trato a los musulmanes en unas 1000 películas de Hollywood y de otros países occidentales. También ha criticado que ningún líder político, ni un personaje de Hollywood, haya dicho que demonizar a los árabes y musulmanes es lo mismo que demonizar a los judíos, negros, asiáticos o cualquier otro grupo racial o étnico.

Facebook, Google y Twitter en la guerra de Gaza

Los funcionarios de Facebook, Twitter, Google, etc., han apoyado a los sionistas durante su brutal agresión contra la Franja de Gaza, tildando a los palestinos de “terroristas”. De hecho, el resentimiento y la hostilidad del Occidente hacia el Islam tienen una larga historia, y es probable que continúen mientras exista un régimen que se llame Israel.

A raíz de la guerra blanda del Occidente contra el pueblo palestino, el motor de búsqueda de Google vinculó deliberadamente la kufiya palestina (pañuelo de los hombres) con el terrorismo, lo que provocó una gran controversia en las redes sociales.

Hace una semana, cuando los usuarios de Google buscaban la respuesta a la pregunta en inglés: “what scarf do terrorist wear? (¿Qué llevan los terroristas en la cabeza?), el buscador de Google mostraba la kufiya palestina.

Facebook tiene aún un enfoque más hostil hacia los palestinos y los musulmanes, es decir, todos los que resisten ante la ocupación israelí. Facebook borra o censura páginas, publicaciones y cuentas de usuarios que expongan los crímenes de los líderes sionistas contra los palestinos.

La fea e inhumana interacción de Twitter, Facebook, Google y otras redes sociales para ocultar las atrocidades israelíes en Gaza, los han convertido en los principales socios en estos crímenes contra el pueblo palestino. Hollywood ha sido cómplice de todos los crímenes de Israel contra el pueblo palestino y las naciones de la región desde 1948.

Por Mohsen Khalif Zade para HispanTV