Amnistía Internacional ha criticado duramente el desalojo previsto de varias decenas de familias palestinas de sus hogares en el barrio ocupado de Silwan, en Jerusalén Oriental, por considerarlo "otro ejemplo de la política criminal de "Israel" de desplazamiento forzoso de palestinos".

El director adjunto para Medio Oriente y el Norte de África de la organización, con sede en Londres, Saleh Higazi, dijo que el régimen israelí está "avivando el fuego del último recrudecimiento de la violencia y perpetuando las mismas violaciones sistemáticas de los derechos humanos de los palestinos" al continuar con la decisión del Tribunal del Distrito de Jerusalén al-Quds sobre un recurso pendiente contra el desalojo ordenado.

Argumentó que la medida se produce después de las protestas masivas por las expulsiones previstas en el barrio de Sheikh Jarrah, en la Jerusalén oriental ocupada de Al Quds, donde las protestas contra la decisión provocaron la violencia israelí contra los palestinos y la guerra de 11 días en la Franja de Gaza.

Durante años, "Israel" ha intentado ampliar los asentamientos ilegales en la zona de Silwan, desplazando por la fuerza a más de 200 palestinos de sus hogares. Las recientes protestas locales y mundiales contra los desalojos forzosos en Sheikh Jarrah envían un claro mensaje de que los acaparamientos de tierras por parte de Israel no pasarán inadvertidos, señaló el alto funcionario de Amnistía Internacional.

Y añadió: "Las autoridades israelíes deben detener inmediatamente los planes de desalojos forzosos en Batn al-Hawa, en Silwan, y en cualquier otra zona de los territorios palestinos ocupados. Estos desalojos forzosos violan flagrantemente la prohibición del derecho internacional humanitario de los traslados forzosos y equivalen a crímenes de guerra."

Por último, Higazi hizo un llamamiento a Estados Unidos, Gran Bretaña, los países de la UE y la comunidad internacional para que asuman su responsabilidad de impedir que Israel continúe con sus políticas de opresión y despojo sistemático de los palestinos.

Silwan, donde viven unos 33 mil palestinos, está situado fuera de las murallas de la Ciudad Vieja de Jerusalén al-Quds y de sus lugares sagrados.

Las autoridades israelíes han trasladado a los extremistas judíos al barrio desde la década de 1980, y actualmente varios cientos de colonos viven allí en complejos de asentamientos fuertemente protegidos. Esto ha dado lugar a numerosas violaciones de los derechos humanos, como el desalojo y el desplazamiento forzoso de los residentes palestinos.

Las propiedades de Silwan son reclamadas por extremistas respaldados por Ateret Cohanim, una fundación de derechas que trabaja para reforzar la presencia judía en Jerusalén Este al-Quds.

Más de 600 mil israelíes viven en más de 230 asentamientos construidos desde la ocupación israelí de 1967 de los territorios palestinos de Cisjordania y Jerusalén Oriental al-Quds.

El Consejo de Seguridad de la ONU ha condenado en varias resoluciones las actividades de asentamiento de Israel en los territorios ocupados.

Fuente: Al Mayadeen