Mayrit o Magerit, el Madrid Andalusí, continúa presente en la ciudad siglos después. El asentamiento militar erigido por el Emirato Omeya, fue creciendo entre los siglos IX al XI, y dejó su impronta en la ciudad que hoy conocemos.
El nombre originario del Madrid árabe significa “tierra rica en agua”, un elemento fundamental para el asentamiento de la población, así como la altura, necesaria para defender el sitio.
La ciudad contaba con su Alcázar en un recinto amurallado, así como sus arrabales, el cementerio y espacios públicos, además de la mezquita de la Almudaina, o ciudadela, que da lugar a la catedral de la Almudena.
Rafael Martínez es responsable de madridarabe.es, un proyecto cultural centrado en el Madrid musulmán que pretende poner en valor la y difundir la historia árabe e islámica de Madrid: “Hay un profundo desconocimiento entre los madrileños”, comenta en Madrid Directo.
Este proyecto propone seis rutas para conocer el legado andalusí en la capital. “En un día se puede conocer la historia a través de los vestigios arqueológicos y documentos, pero la historia andalusí trasciende a la ciudad, ya que Mayrit fue clave en la frontera de Al-Ándalus, y por lo tanto era la frontera del islam en sí mismo”, cuenta Rafael.
“Las visitas guiadas, al fin y al cabo, hacen un ejercicio de pedagogía que acaba siendo un ejercicio identitario”, señala.
Recientemente se ha celebrado el I Congreso Interdisciplinar de Historia y Memoria del Madrid Islámico, explica Rafael “que pretende reforzar el hecho de que Madrid fue fundada por los musulmanes y tuvo un importante desarrollo, no solo en el periodo musulmán sino posteriormente en la era cristiana”.