Desde quienes se memorizan el Corán (hafiz) en Barbados y los programas religiosos de radio de Guyana a clases de árabe al aire libre y con distancia social en Trinidad y Tobago, los musulmanes y sus prácticas religiosas han sido parte del entorno regional desde que llevaron a los primeros jornaleros contratados desde India hace casi 200 años, e incluso antes.
Una de las prácticas islámicas más destacadas es el mes sagrado de Ramadán. Para el casi medio millón de musulmanes esparcidos en el archipiélago caribeño, que concurren a más de las 400 masjids (mezquitas), el Ramadán implica ayuno desde el amanecer hasta el atardecer, oraciones, participación con otras comunidades y recordar sus conexiones con los musulmanes en todo el mundo.
La celebración de Eid ul-Fitr 2021 se llevó a cabo el 13 de mayo, que cerró el tradicional mes de reflexión para musulmanes practicantes. Aunque muchos musulmanes modernos usan la tecnología para predecir el ascenso de la luna que indica el inicio del Ramadán, muchos en el Caribe aún siguen la tradición de mirar el cielo para buscar la media luna, a menudo desde playas mientras esperan que el brillante sol se oculte en el mar.
El año 2021 fue el segundo que Ramadán se relega al hogar por las restricciones asociadas con la pandemia de COVID-19. Pero los musulmanes se han puesto creativos. Han hecho iftars (la comida con la que rompen el ayuno) vía Zoom, rezado en línea y usado aplicativos para azan (el llamado a la plegaria). En cuanto a buscar la luna, que indica el momento de Eid, nuevamente se hizo desde balcones o jardines y no en espacios públicos.
Aunque son predominantemente cristianos, Trinidad y Tobago, Guyana y Surinam son los únicos países del hemisferio occidental en tener un festivo nacional público con motivo de Eid ul-Fitr. Por la composición multicultural de la región, y las tradiciones islámicas de la comunidad, la gente de otras religiones se unen a las celebraciones de Eid y visitan a sus amigos y vecinos musulmanes par saludaros y llevar regalos y comida preparada para este día especial.
Historia musulmana en la región
El islam en el Caribe empezó con la llegada de diferentes olas de jornaleros contratados del sur de Asia, desde 1838 después del final de la esclavitud africana en las Antillas. Hubo muchos musulmanes entre los trabajadores, que eran mayormente hindúes.
Estos trabajadores contratados llegaron de las provincia del norte de India, Uttar Pradesh y Bihar. Grupos más pequeños llegaron de la región Sind de Pakistán, Punyab, Cachemira, y lo que se llamó la Frontera Noroeste, que comprendía activistas políticos, académicos y luchadores por la libertad considerados una amenaza para el Imperio Británico. Mantenían vínculos con sus países de origen, lo que resultó en que muchos líderes religiosos eran de Pakistán y siguieron usando el urdu como su idioma religioso elegido. La mezquita más popular de Trinidad, Jinnah Memorial, ejemplifica esta fuerza conexión.
Ahora, la mayor concentración de musulmanes en la región —se estima entre 100 000 y 120 000— se puede encontrar en Surinam. Como las comunidades contemporáneas encontraron consuelo en prácticas y celebraciones compartidas, diferentes sectas musulmanas formaron fuertes lazos pues dejaron de lado sus diferencias culturales para aceptar los elementos comunes de sus prácticas religiosas.
Colón y los primeros musulmanes
Sin embargo, los primeros musulmanes de la región no eran del sur de Asia. Cristóbal Colón, con sus primeros lugartenientes de Marruecos y España, llevaron en un inicio musulmanes a las Américas, encadenados.
Despojados de su identidad y costumbres religiosas, personas esclavizadas de África Occidental —sobre todo mandingos y fulanis, con una minoría de moriscos de España y el norte de África— no pudieron mantener sus raíces islámicas. Sni embargo, la generación moderna es cada vez más consciente del islam, y cuentan con los mayores números de conversos.
Los historiadores han reconocido el conocimiento de los musulmanes —mapas de comerciantes e información náutica— para que Colón lograra llegar al “Nuevo Mundo”, y ha habido muchos estudios controvertidos que sugieren que la presencia musulmana en las Américas es anterior por siglos a Colón.
A pesar de algunos desafíos, el Caribe es definitivamente una región de tolerancia religiosa. Ha florecido la práctica del islam, bien aceptada por la sociedad en general En Surinam, por ejemplo, hay una sinagoga, una iglesia y una mezquita en la misma calle, y los practicantes de los tres credos son conocidos por celebrar las fiestas religiosas entre ellos. Incluso en la pandemia, el espíritu de paz y unión del Eid es algo que no se debe olvidar.