En declaraciones publicadas el lunes, el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Alexander Pankin, dijo que los países de la región de Asia y el Pacífico, incluidos China y Japón, así como otros en África y América Latina, se han interesado en la propuesta de Moscú de utilizar monedas locales y distintas del dólar para los pagos de las transacciones comerciales.

“Rusia está desarrollando una cooperación mejorada en el tema con sus socios de la región de Asia y el Pacífico, donde la disposición para cambiar a acuerdos mutuos en monedas nacionales u otras monedas aparte del dólar es bastante alta”, dijo Pankin a Sputnik.

Añadió que Moscú ha estado involucrado en los esfuerzos para sincronizar sus sistemas de pago nacionales con los de China y Japón para facilitar la eliminación del dólar estadounidense de los acuerdos comerciales.

El diplomático dijo que el cambio a pagos en otras monedas distintas al dólar podría implementarse en acuerdos entre los miembros de los bloques de la región de Eurasia, incluida la Unión Económica Euroasiática y la CEI.

Dijo que Moscú ha estado en conversaciones con otros importantes bloques económicos y comerciales de todo el mundo, incluidos los BRICS, para promover el tema.

Rusia ha estado sujeta a una serie de sanciones estadounidenses y europeas desde 2014, cuando una serie de acontecimientos políticos en la vecina Ucrania llevaron a la caída de un gobierno prorruso en Kiev.

Sin embargo, Moscú ha buscado utilizar las sanciones como una oportunidad para distanciarse del sistema del dólar para minimizar los impactos económicos de las prohibiciones estadounidenses. El Banco Central de Rusia también ha reducido la participación del dólar en sus reservas al cambiar a otras monedas como el euro o el yuan chino, o el oro.

Rusia ya ha eliminado el dólar de sus tratos con países aliados, incluidos China e Irán.

Pankin dijo que los bancos centrales de Rusia y los países socios, incluido Irán, han intensificado sus esfuerzos para sincronizar sus sistemas de mensajería financiera para desarrollar una alternativa al SWIFT, basado en dólares, un sistema con sede en Europa para pagos internacionales que es muy sensible a las presiones de Washington.

Fuente: Al Manar