El candidato presidencial Guillermo Lasso enfrenta una denuncia en su contra de ciudadanos de Ecuador por presunto delito de defraudación tributaria.

De acuerdo con la demanda, el banquero y empresario de derecha habría incumplido sus obligaciones tributarias tras haber declarado, en 2016, un valor inferior de su patrimonio.

Con ese acto, el aspirante a la Presidencia por los partidos PSC y CREO consiguió pagar menos como contribución para la reconstrucción de la provincia de Manabí luego de los daños que provocó allí el terremoto del 16 de abril de 2016.

Según el Código Orgánico Integral Penal (COIP) vigente en la nación suramericana, la defraudación tributaria ocurre cuando una persona “simula, oculta, omita, falsea o engaña, en la determinación de la obligación tributaria”.

El COIP también precisa que se incurre en la defraudación tributaria “para dejar de pagar en todo o en parte los tributos realmente debidos, en provecho propio o de un tercero”.

Este delito es penalizado con una pena privativa de libertad de uno a siete años, según cada caso.

A partir de informes del Servicio de Rentas Internas (SRI), los denunciantes conocieron que en 2016 Lasso declaró menos de lo que realmente poseía. Según esos documentos, hay una diferencia de algo más de 144 726 dólares entre lo declarado y lo real.

Por este hecho, los promoventes también denunciaron a la directora general del SRI, Marisol Andrade, por presunta complicidad en este posible delito.

Además, se presume que Lasso habría evadido lo dispuesto en La Ley orgánica de solidaridad y corresponsabilidad ciudadana para la reconstrucción y reactivación de las zonas afectadas por el terremoto.

Recientemente se reveló que, en 2020, año terrible para Ecuador debido a la pandemia y la crisis económica, Lasso ganó el equivalente a 16 000 salarios básicos de sus compatriotas.

El empresario se dispone a participar en la segunda vuelta de la elección presidencial, que tendrá lugar el domingo 11 de abril, y en la que enfrentará al candidato progresista Andrés Arauz.

Los preparativos para la segunda vuelta de comicios presidenciales de Ecuador avanzan hoy a nivel nacional con la distribución de los paquetes electorales y la confirmación de observadores internacionales.

Mientras esto sucede el próximo domingo será el balotaje, en el que se enfrentarán  los binomios Andrés Arauz-Carlos Rabascall, de la coalición progresista Unión por la Esperanza y Guillermo Lasso-Alfredo Borrero, de la alianza de centro-derecha CREO-Partido Social Cristiano, el Consejo Nacional Electoral (CNE) alista el plan operativo, informa Prensa Latina.

La Comisión electoral de ese país compartió con el cuerpo diplomático acreditado algunas de las medidas para esa jornada, en la que 13 millones 99 mil 150 mil votantes están llamados a elegir al próximo presidente y vicepresidente del país.

La presidenta del CNE, Diana Atamaint, aseguró que el ente implementará mejoras al acoger recomendaciones de las veedurías internacionales participantes en la primera ronda de justas, efectuadas el pasado 7 de febrero.

'Este espacio permitió fortalecer el proceso democrático en el país e informar los actuales niveles de seguridad de las papeletas electorales', aclaró Atamaint, quien recalcó que el trabajo en las ocho provincias bajo estado de excepción por la Covid-19 será riguroso en cuanto a los protocolos de bioseguridad.

Por otro lado, puntualizó que el venidero domingo acompañarán el proceso 293 observadores internacionales, cifra superior a la registrada en febrero.

En ese contexto, el consejero José Cabrera agregó que el CNE promueve el fortalecimiento de la capacitación de los Miembros de las Juntas Receptora del Voto (MJRV) y el trabajo conjunto con las Fuerzas Armadas para apoyar en el flujo continuo de los electores a los recintos.

La meta es evitar aglomeraciones, una de las irregularidades reportadas en la primera vuelta, caracterizada por largas filas, lento avance en el escrutinio y por consiguiente acumulación de personas, lo cual violó la medida de mantener distanciamiento físico de dos metros.

Del mismo modo, el consejero Luis Verdesoto hizo referencia a la transparencia como base fundamental de las Elecciones Generales y enfatizó que el CNE espera mantener la elevada participación de sufragantes reportada en la vuelta inicial.

Como la vez anterior, la papeleta electoral cuenta con niveles de seguridad físicos visibles a simple vista, marca de agua del CNE e impresión en papel moneda, además de un listado de control en el paquete electoral, a fin de garantizar las actividades de los vocales de la junta y descartar inconsistencias.

El balotaje abrirá este jueves, con el voto de personas privadas de la libertad sin sentencia ejecutoriada, continuará el viernes con el Voto en Casa, para adultos mayores con discapacidad física superior al 75 por ciento y cerrará el domingo, son el sufragio masivo.

Almayadeen