Las comunidades del Pacífico nariñense se movilizaron el jueves 18 de marzo, exigiendo la no reanudación de expresiones aéreas con glifosato en el territorio, y emplazando el gobierno nacional para que dé cumplimiento a los acuerdos de sustitución voluntaria de cultivos de uso ilícito, definidas en el punto 4 del acuerdo final de paz firmado entre el estado y la extinta guerrilla de las FARC-EP.

Esta iniciativa de movilización fue organizada por el comité por la vida y la no aspersión aérea de la costa pacífica de Nariño, de la que hacen parte consejos comunitarios de comunidades afrocolombianas, resguardos indígenas, comunidades campesinas y organizaciones sociales de este territorio del Sur del país. La plataforma de organizaciones sociales ha señalado, que el regreso de las aspersiones es una agresión contra los derechos fundamentales de consulta previa, soberanía alimentaria, vida digna salud mínimo vital y paz.

El gobierno colombiano ha anunciado el reinicio de las aspersiones, desconociendo los llamados de los relatores de Naciones Unidas, de académicos, expertos ambientales, despreciando el clamor de las organizaciones sociales y las comunidades de la ruralidad, que han sido las más afectadas en medio de la vuelta a la violencia en las regiones donde se disputa el territorio, y dónde las poblaciones apostaron al Programa nacional integral de sustitución de cultivos, conocido como PNIS, como una alternativa real y que no ha cumplido el gobierno, potenciando así el fenómeno de violencia.

Las organizaciones sociales del Pacífico colombiano denunciaron que hay una presión indebida por parte del gobierno, como se demostró con los sucesos presentados con la tutela que se impuso contra la magistrada del tribunal superior de Pasto, que había establecido la medida cautelar de suspensión de reinicio las aspersiones, después de fallar a una solicitud de la red de derechos humanos del Pacífico nariñense y teniendo en cuenta los daños irreparables que esta acción general los pueblos étnicos y a los territorios.

La gigantesca movilización Popular se realizó en Tumaco y en diferentes municipios del Pacífico nariñense como, Mosquera, Magüí Payán, Santa Bárbara, Roberto Payán, La Tola, El charco, Francisco Pizarro, Olaya Herrera y Barbacoas.

Estos municipios hacen parte de los 30 más afectados por los peores índices de necesidades básicas insatisfechas, además esta región ha sido la más golpeada por los desplazamientos forzados masivos del país en los últimos años, donde están presentes las amenazas y asesinatos permanentes contra líderes sociales, y donde se evidencia el abandono por parte del Estado, profundizándose en el marco de una pandemia que ha devastado económicamente las comunidades, y donde no habido ninguna respuesta por parte del gobierno fuera la de la pretendida utilización de glifosato para envenenar los cultivos de pan coger de las comunidades, y destrozar la única oportunidad de supervivencia económica que constituye el cultivo de la coca, sin garantizar la implementación del PNIS, qué define los mecanismos para la sustitución alternativa de cultivos de uso ilícito para transformar las economías campesinas en favor de las mujeres y hombres del campo y sus familias.

La principal Consigna de las comunidades es el cumplimiento por parte del presidente Duque y su gobierno, de los acuerdos definidos en el marco del programa nacional integral de sustitución de cultivos y los PDETS, y la inmediata suspensión de la proyectada aspersión de glifosato en la zona y en la región. La alternativa es la vida y el cumplimiento de los acuerdos con las comunidades, señalaron los líderes sociales que impulsaron esta masiva movilización.

fuente: Agencia de Prensa Rural

Resumen Latinoamericano