La brutalidad policial en Estados Unidos se cobra otra víctima mortal después de que agentes de la Policía se arrodillaran sobre el cuello de un hombre en California.
Angelo Quinto, de 30 años, murió en diciembre unos días después de que un agente sostuviera la rodilla por cinco minutos sobre su cuello. La víctima sufría problemas de salud mental, de ansiedad, depresión y paranoia durante los últimos meses, dijeron abogados de su familia en una demanda presentada el 18 de febrero contra el Departamento Policial local.
“Me horroricé al ver a mi hijo arrebatado de mis brazos sin previo aviso, tirado en el suelo de mi habitación y asesinado brutalmente frente a mis ojos”, señaló la madre de Angelo Quinto, María Quinto-Collins, en un comunicado de la oficina del abogado encargado del caso enviado a la agencia española de noticias Efe.
De hecho, la familia del fallecido llamó a la policía porque Quinto necesitaba ayuda de salud mental, así lo explicó el abogado John L. Burris. No obstante, las agentes policiales no trataron de entender su situación sensible y actuaron con violencia.
La familia del hombre asesinado ha presentado una demanda civil contra el Departamento Policial local por homicidio, agresión, y contratación negligente por parte de los agentes.
La tragedia recuerda la misma maniobra por la que murió el afroestadescendiente George Floyd en mayo 2020 en la ciudad de Minneapolis, en el Estado estadounidense de Minnesota.
Las calles de varias ciudades del país norteamericano fueron escenarios de masivas protestas contra la crueldad policial tras el asesinato del afroamericano. Desde entonces, han ido en aumento las críticas contra la violencia policial en EE.UU. que supone una violación grave de los derechos humanos.