Tanto musulmanes como no musulmanes se reunieron el domingo en la plaza del Trocadero, en París (Francia), para exigir que el proyecto originalmente denominado “ley contra los separatismos” sea descartado por preocupaciones de que vulnere la libertad religiosa y convierta a todos los musulmanes en sospechosos potenciales.
La legislación, ahora llamada “proyecto de ley para fortalecer los valores republicanos”, fue presentada el año pasado por el presidente francés, Emmanuel Macron, supuestamente para acabar con lo que él llama “separatismo islámico” tras el asesinato en octubre pasado de un maestro de escuela por un adolescente musulmán de origen checheno.
Los manifestantes denunciaron que el Gobierno francés está apuntando a toda una comunidad debido a un solo acto delictivo. “No es justo atacar a toda una comunidad porque una persona hizo un acto horrible”, criticó una manifestante.
Reunidos bajo el nombre de «Coordinación Nacional contra la Ley de Separatismo», los activistas también reclaman «el abandono» de la muy controvertida carta de imanes adoptada por varias federaciones del Consejo Francés de Culto Musulmán (CFCM) en enero.
“Los dos textos son liberticidas con el único objetivo de alienar al Islam y a los musulmanes en Francia, criminalizándolos sistemáticamente», denunció la Coordinación en un comunicado de prensa, considerando además que estos textos «demuestran la intención de fortalecer el autoritarismo del Estado. restringiendo aún más los derechos de los musulmanes que viven en este país”.
La protesta del domingo fue organizada colectivamente por varios grupos de activistas islámicos, antirracistas, izquierdistas, pro-palestinos, etc.
Diferentes países islámicos han advertido a las autoridades francesas que están contribuyendo a la “incitación al odio” en el país europeo, especialmente por su posicionamiento respecto a la profanación al Profeta del Islam (PB).