“Desde Venezuela seguiremos enviando oxígeno a los estados de Amazonas y Roraima [norte de Brasil]. Es nuestra obligación moral y humana”, informó el sábado el canciller venezolano, Jorge Arreaza, mediante un mensaje en Twitter.
Estas palabras del jefe de la Diplomacia venezolana se produjeron después de que el mandatario brasileño dijera, la misma jornada, que el Gobierno federal no es responsable de llevar oxígeno al estado de Amazonas, pese a que los hospitales de esta región se encuentran colapsados por la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.
“No es nuestra competencia y no somos responsables de llevar oxígeno allí, le hemos dado los medios”, dijo el presidente ultraderechista, según el portal de noticias G1.
Calificando las palabras de Bolsonaro de “increíbles”, Arreaza aseguró que el Gobierno de Venezuela, presidido por Nicolás Maduro, seguirá apoyando al pueblo brasileño para combatir esta enfermedad mortal.
Bolsonaro, ¿un presidente desgraciado o desagradecido?
El portal brasileño, agregó, además, que Bolsonaro elogió la gestión del ministro de Salud de Brasil, Eduardo Pazuello, del coronavirus, diciendo que este hizo un “trabajo excepcional y trabaja de domingo a domingo, vuelve a casa de noche […] dudo que con alguien más hubiera tenido la respuesta que está dando”.
Cabe destacar que Pazuello era un militar sin experiencia en asuntos de salud y ahora está siendo investigado por fallos en la respuesta a la COVID-19 en Amazonas.
El nuevo coronavirus sigue expandiéndose a un ritmo imparable en todo Brasil. De acuerdo con las últimas cifras proporcionadas por el portal de estadísticas mundiales Worldometers, hasta la fecha, 223 971 personas han muerto por la COVID-19 en todo el territorio brasileño, siendo el tercer país más afectado a nivel global.
Debido a la mala gestión de Bolsonaro de la COVID-19, varios sectores y diferentes partidos del gigante latinoamericano han pedido que se emprenda un proceso de destitución (impeachment) en su contra.