En medio de la creciente preocupación por la política del Estado francés, una coalición mundial de ONG musulmanas se ha unido para enfrentarse al gobierno.

36 organizaciones musulmanas de 13 países han presentado una queja conjunta al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, instándolo a tomar medidas contra las “políticas cada vez más hostiles” de Francia.

El Comité de Asuntos Públicos Musulmanes, con sede en el Reino Unido, fue uno de los grupos que firmó la denuncia.

Las tensiones entre el presidente francés Emmanuel Macron y el mundo musulmán han alcanzado su punto más alto desde el año pasado.

Cuando Macron introdujo una nueva legislación contra el “extremismo islámico” y defendió las caricaturas profundamente ofensivas que insultaban al Santo Profeta del Islam esto dio lugar a furiosas protestas en todo el mundo, mientras que las medidas contra el islamismo allanaron el camino para una represión local, que provocó el cierre de 76 mezquitas, la mayor organización benéfica musulmana del país y una organización anti-racista prohibidas, decenas de arrestos y cientos de deportaciones planificadas.

En octubre, el fundador de BarakaCity, Idriss Sihamedi, experimentó de primera mano el nuevo enfoque de Francia. Su casa fue allanada por la policía antidisturbios después de que condenó a ministros del gobierno y a un activista antiislámico en Twitter.

Las apasionadas protestas callejeras pueden haberse detenido, pero la respuesta musulmana a las políticas de Macron aún no ha terminado. Se planean más acciones, incluida una queja adicional a la Unión Europea sobre el comportamiento francés con la esperanza de forzar al presidente francés a dar un giro de 180 grados.

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