El presidente boliviano, Luis Arce, designa nuevos cargos de cúpula militar, tomando juramento a 5 generales quienes prometieron esclarecer masacres del año pasado.
“En sentido de transparencia y compromiso con la patria, este mando garantiza el esclarecimiento de los hechos ocurridos en octubre y noviembre del año pasado, lo realizaremos sin escatimar trabajo y tiempo para dar con los responsables”, afirmó el martes el general César Vallejos, posesionado la misma jornada por Arce como nuevo comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.
Según el mandatario del país andino, este relevo militar se realizó por las demandas de los ciudadanos, pidiendo justicia por casi 30 víctimas mortales de la masacre de Senkata, ocurrida en 2019, durante protestas contra el gobierno de facto de Jeanine Áñez, y, de hecho, ingreso del país “en un franco proceso de pacificación, de armonía entre todos los bolivianos”.
En este sentido, el jefe de Estado instó a las nuevas autoridades militares que continúen “el proceso de reconstrucción de la confianza entre las Fuerzas Armadas y el pueblo boliviano”, volver a la lucha contra el narcotráfico y asistir dentro de su competencia a los planes de desarrollo económico, como hicieron durante los pasados gobiernos del expresidente Evo Morales (2006-2019), cuando Arce desempeñaba el cargo de ministro de Economía.
Este nuevo cambio total en la cúpula castrense tuvo lugar casi 6 semanas después de que Arce, destituyera a los comandantes que habían dirigido a la institución militar desde el golpe de Estado de noviembre de 2019, cuando Morales fue obligado a renunciar a su cargo.
Arce renovó la cúpula militar de Bolivia, a mediados de noviembre, nombrando a comandantes militares que sustituyeron a los designados por Áñez, los cuales el mandatario boliviano considera corresponsables del golpe de Estado contra Morales.
El 24 de noviembre, la Fiscalía de Bolivia ordenó la aprehensión del primer uniformado en el marco de las investigaciones de la represión de protestas en la región de Sacaba (Cochabamba). Se trata del ya excomandante de las Fuerzas Armadas, el general Alfredo Cuéllar, para quien la Justicia de Bolivia decretó prisión domiciliaria bajo custodia policial.
Fuente: Hispantv