La Agencia de Estados Unidos de Norteamérica para el Desarrollo Internacional (USAID) fue creada en 1961 con estrecha relación con la CIA, para facilitar la incursión de sus hombres en las policías de los países estratégicos de todo el mundo afirma el ex corresponsal de New York Times AJ Langguth, con la intención de ampliar el “Plan Marshal”, que consistía en dar ayudas económicas para la reconstrucción de las naciones europeas devastadas tras la Segunda Guerra Mundial, para canalizar sus política internacional e impedir que las fuerzas comunistas avancen además de abrir nuevos mercados a las empresas estadounidenses para afianzar su economía.
RECUERDA LATINOAMÉRICA:
“Estados Unidos ha ocultado su política injerencista bajo la figura de ayuda y programas humanitarios.” (Aznárez,2018)
La agencia decide en qué sector va a intervenir, sobre todo en energía, educación, salud, seguridad y agricultura; en esta última suele sustituir la producción de cultivos alimentarios por los comerciales. Después, coloca a sus efectivos en los puestos claves para subvertir las economías locales.
Algunos ejemplos de cómo actúan en el mundo bastan:
· Entre 2004 y 2006, la USAID realizó diversas acciones en Venezuela y una donación de 15 millones de dólares a decenas de organizaciones civiles, con el fin de llevar adelante la estrategia basada en provocar fractura en el chavismo y organizar a los sectores de la oposición (Según WikiLeaks)
· En Irak colonizado, USAID inyecta la economía neoliberal, impone masivas privatizaciones, incluida una parte de la industria petrolífera, y obliga a comprar granos transgénicos de Monsanto.
· En Perú, la agencia donó 35 millones de dólares en los años 1990 a la campaña de Alberto Fujimori esterilizando de forma forzosa a 300.000 mujeres indígenas.
· En India, favoreció a las Tecnologías de la Información (TI), a proveedores de servicios de pago y a las compañías de tarjetas de crédito MasterCard, Visa, empobreciendo a pequeños comerciantes y productores locales que no consiguieron ingresar sus pequeños capitales al sistema obligatorio de uso de dinero plástico.
· Capacitar a fuerzas de represión de un estado, preparándolas para desmantelar la resistencia de la población e implementar métodos de tortura; en los años setenta, junto a la CIA, estuvo implicada en la persecución, matanza y la desaparición de luchadores sociales, para esta misión entrenó a cerca de 30.000 policías y grupos paramilitares. Con este mismo modelo actuó en otros países latinoamericanos.
· Crea “miles de puestos de trabajo” para las ONGs estadounidenses, dotándolas de enormes fondos públicos y privados al servicio de los intereses de donantes como Rockefeller, Soros, Gates, Ford y Omidyar, mientras abre los mercados a las corporaciones de EEUU.
· Una vez que Bush y sus aliados redujeron a Irak en escombros acudieron a contratistas de USAID, “Creative Creative Associates International Inc. (CAII)” a quienes se les adjudicó un contrato por el valor de 157 millones de dólares destinados a comprar pizarras y tiza para los colegios previamente destruidos por los misiles estadounidenses.
· En Afganistán, “el principal receptor de las ayudas de EEUU”, aterrizaron cientos de ONGs occidentales destinando 216 millones de dólares de USAID en 2018 para que “expertas en género” empoderen a 75.000 mujeres, según el Inspector General Especial para la Reconstrucción de Afganistán.
· En Egipto, tanto en el periodo del régimen de Mubarak como hoy bajo el despotismo del general al Sisi, Washington obliga a El Cairo comprarle armas cuando miles de personas viven en los cementerios, y luego le envía a USAID para repartir pan en los barrios que se levantaron durante la mal llamada “Primavera árabe” del 2011
· Provocar protestas populares contra los gobiernos progresistas bajo la bandera de “Promoción de la democracia”. USAID ha sido expulsada de Rusia, de los países del ALBA (Bolivia, Cuba, Ecuador, Dominica, Nicaragua y Venezuela) y de Burkina Faso.
Caso Paraguay
El consumo de hierbas medicinales y aromáticas en el Paraguay es una costumbre tradicional guaraní basada en el uso y las propiedades de las plantas nativas para la prevención y el tratamiento de diversas enfermedades. En los bosques y campos se obtienen los elementos terapéuticos necesarios en la medicina natural, ya varias farmacias ya los están procesando como jarabe, pastillas y otros compuestos naturales.
La demanda de estos productos en la actualidad va en aumento tanto en el Paraguay como en los otros países de la región y del mundo, pues la tendencia al consumo de medicinas alternativas aumenta. Sin embargo, el siembra de plantas medicinales y aromáticas en este país es todavía incipiente debido al desconocimiento de la forma de producción a mayor escala y la falta de capacitación en el manejo del cultivo. El apoyo gubernamental hacia este sector es prácticamente nulo, por lo que la ausencia de investigación agrícola, crédito oportuno y blando y el establecimiento de canales de comercialización, constituyen obstáculos para el desarrollar esta área.
Es por ello que la mayoría de los gobiernos paraguayos han mantenido una relación armónica con Estados Unidos basada en los intereses comerciales y económicos de este país. Así se implementó el programa Paraguay Vende, emprendimiento financiado por la USAID, que ha estado trabajando con empresas privadas para brindar asistencia técnica en el área de producción y comercialización, con el objetivo de aumentar las ventas, generar empleos (con mano de obra barata) y por ende, “combatir la pobreza rural”
Lo más grave y preocupante para los países latinoamericanos son algunas acciones claramente injerencistas de carácter militar y espionaje.
La instalación militar de Estados Unidos en el departamento de San Pedro, conocida como Centro de Operaciones de Emergencias (COE) con el argumento de ayudar a la población paraguaya frente a accidentes o desastres naturales.
A finales de enero de 2015 la Armada de Estados Unidos, la Embajada estadounidense y el ministro de Defensa Nacional de Paraguay de ese tiempo se reunieron, bajo el supuesto compromiso de paz, seguridad, estabilidad y fortalecimiento de los “valores democráticos”
En 2016 Estados Unidos situó una nueva base militar en la llamada triple frontera (Argentina, Brasil y Paraguay) con el objetivo de mantener presencia en el acuífero guaraní como un enclave estratégico para la influencia estadounidense y su proyección geopolítica en América Latina.
§ La excusa enfrentar al narcotráfico en la región, sin embargo, movimientos sociales e indígenas paraguayos han denunciado que el interés es el control y apropiación de la mayor reserva de agua dulce e impulsar su explotación (fracking) por multinacionales petroleras de EE.UU.
Últimamente Paraguay se ha unido al grupo de países que confirman el traslado de su embajada a Jerusalén.
Lamentablemente la presencia de la USAIS es significativa en nuestro continente. Y han incrementado más proyectos, que supuestamente son para mitigar la crisis de la Pandemia del Coronavirus.
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