El arzobispo Hanna saludó al prisionero en huelga de hambre Maher Al Akhras y advirtió que esta huelga "es un grito de que nosotros, como palestinos, merecemos la libertad".
El arzobispo Atallah Hanna, de la Iglesia Ortodoxa Griega Sebastia en Jerusalén, condenó, en entrevista con Al Mayadeen, lo que describió como "los insultos y humillaciones a los que fueron sometidos nuestros hermanos musulmanes" en Francia y en otros lugares, destacando su rechazo a cualquier insulto a los símbolos religiosos.
La autoridad religiosa dijo que la respuesta al discurso de odio "debe ser a través de consagrar nuestra hermandad y unir nuestros esfuerzos para servir a nuestra patria", y agregó que "el discurso que debe ser adoptado en nuestras sociedades es un discurso de amor y paz".
Destacó el rechazo al sectarismo y pidió "unidad a través de la cual podamos frustrar las conspiraciones que nos atacan", indicando lo que quieren para los pueblos árabes es " sembrar la dispersión para lograr sus objetivos, pero ninguna fuerza podrá socavar nuestra unidad".
"El discurso del odio tiene como objetivo lograr una política de divide y vencerás ... y el blanco del discurso del odio es la región de Levante", manifestó.
El arzobispo Hanna saludó al prisionero en huelga de hambre Maher Al Akhras y advirtió que esta huelga "es un grito de que nosotros, como palestinos, merecemos la libertad".
También exigió la libertad para Al Akhras y para todos los prisioneros, subrayando la importancia de transmitir "el mensaje de los prisioneros de que somos un pueblo bajo ocupación y que merecemos la libertad".