El prisionero palestino, Maher Al-Akhras,  advirtió que continúa su huelga de hambre, iniciada hace más de 70 días, y que para él solo hay dos opciones, la libertad o la muerte.

En su primera entrevista televisiva desde el interior del hospital, aseguró Al Mayadeen  que solo hay dos opciones, o la libertad y regresar salvo a su familia y sus hijos, o matarle en nombre de la falsa "justicia" israelí, destacando que no pondrá fin al a su ayuno hasta que seaa excarcelado.

Explicó que sufre fuertes dolores en todo el cuerpo, además de mareos y dolores de cabeza, y que en ocasiones pierde la capacidad de oír o ver, sufre de dolores de corazón y no puede incorporarse de la cama.

Al-Akhras, de 49 años, residente en Jenin, inició una huelga de hambre abierta para rechazar su detención administrativa, en medio de condiciones de salud extremadamente peligrosas que empeoran con el tiempo.

El martes, las fuerzas de ocupación impidieron que periodistas, la esposa del prisionero y representantes árabes ingresaran al hospital de Kaplan dentro del territorio ocupado, para verificar el estado de salud de Maher Al-Akhras.

El director de la Fundación Muhjat Alquds, Jamil Alyan, dijo a Al Mayadeen  que la ocupación les impidió visitar al preso ya que se suponía que debían realizar una conferencia de prensa.

Alyan declaró que la ocupación solo permitió que su abogado privado ingresara al hospital para visitar al prisionero. Después de la visita, el representante legal  afirmó que el estado de salud de Al-Akhras es muy difícil.

El Club de Prisioneros Palestinos anunció en un comunicado, el domingo, que la ocupación mantiene bajo arresto a Al-Akhras en el Hospital de Kaplan, y se niega a responder a su demanda de que se ponga fin a su detención administrativa, y hasta el día de hoy no existen indicios serios para resolver su caso.

La esposa del prisionero, Maher Al-Akhras, reveló a Al Mayadeen  que la ocupación trató de obligarlo a comer, pero él se negó e insistió en continuar su huelga, apelando a "todas las personas libres para que ayuden en su liberación y presionen a la ocupación". “Mi esposo no renunciará a la huelga excepto con libertad o martirio", dijo.

El tribunal de ocupación, a su vez, había rechazado una nueva solicitud de su liberación, y esta decisión se produjo después de otra anterior emitida el 23 de septiembre referida a congelar su detención administrativa, en un intento de eludir su huelga, ya que congelar la detención administrativa no significa terminar su detención.

A finales de agosto de 2020, casi 340 palestinos estaban bajo detención administrativa.

Fuente: Al Mayadeen