Esta es la experiencia del viaje de Pedro y Manuel, dos documentalistas españoles en Arbaín.
¡Hola Pedro! ¡Cuéntame un poco sobre ti!
Soy Pedro José Saavedra, vivo en Sevilla, mi profesión es diseñador, pero sobretodo la dirección de arte, llevo 20 años dedicándome a la dirección de arte de forma global, dando en web, marcas y en los últimos años he dejado apartado un poco el mundo de la publicidad, porque estaba un poco cansado, bueno es algo que era mucho estrés y me he dedicado a la fotografía y video, especialmente el tema de video de viajes. Contento, porque es una experiencia mía, es algo que voy haciendo muy natural y contento y estoy contento, porque un poquito me están empezando a llamar de los festivales para mostrar mi trabajo. Básicamente, eso.
¿Qué opinas de la forma en que tratan los iraquíes a los peregrinos en Arbain?
Es muy emocionante, como una persona que no me conocen, me dejan entrar a su casa y me lo dan todo. Antes de venir para el día de Arbain, me han informado de que Arbain, por email, pdf, ya me decían que no trajera nada de comer y que no me preocupara por la comida, pero una vez aquí, la cuestión es que ha superado todas las expectativas, es increíble, además, te dicen que voy a terminar Arbain, voy a terminar con 4 kilos más de peso, no me ha faltado nada.
De tal modo que esa bella costumbre de invitar a cualquier persona, sin dinero sin nada, porque solamente quiero que esté bien, en todos los sentidos, ámbito religioso y social lo hemos perdido. ¿Porqué? Porque en una sociedad de consumo vivimos, en donde nos hemos ido metiendo a una velocidad de vida, nos hemos ido poco olvidando de que hay solidaridad, de que hay que ayudar y todas las cosas maravillosas que vemos aquí y que tristemente me asombro cuando no me debería de asombrar. Yo lo percibo como eso, como un acto de amor, tanto desde lo religiosidad como desde la educación.
De donde vengo yo estamos tan occidentalizados, que hemos perdido esa espiritualidad que tiene Oriente, en todos los sentidos, no solamente en su religiosidad. Y yo creo que hemos perdido esa capacidad de humildad de poder dar sin recibir absolutamente nada a cambio, o sea que todavía vosotros podéis presumir de ello. Creo que de dónde vengo yo, de España, hubo una época que ocurría eso, pero poco a poco nos hemos ido híper occidentalizando.
¿Qué objetivos en el camino llamaron su atención para tomar foto?
Para mí los ancianos y los niños lo son todo. A los que hay que cuidar, a los que hay que escuchar, y yo sé que en la shia se llora, por el martirio de Husain, pero también quiero que la gente pueda ver que hay risas de niños, hay alegría, hay felicidad, o sea que en esa peregrinación también se puede reír, se puede ser muy feliz y que no solamente es el llanto, existen los momentos para llorar y existen los momentos para reír.
¿Y para mi hay algo que transmita más que la sonrisa de un niño? Lo transmite todo y me gusta capturar la sonrisa de un niño, porque es un lenguaje que todo el mundo conoce, creo que alguien debe ser muy malo …cuando se ríe un niño no hace falta saber idioma, temática, ni ser inteligente, eso todo el mundo lo entiende. Por eso me importa captar la sonrisa de los niños, ancianos.
¿Viste peregrinos de otros países en el camino de Nayaf a Karbalá?
Me parece genial que haya banderas de otros países, me parece fantástico, creo que estos chicos con los que estuvimos de Venezuela, de Granada de donde yo vine, creo que hace unos años han ido a Irán y Argentina, les dije a ellos también: Esto, va a más. Esto, va a ser un movimiento.
La cantidad de banderas, la cantidad de países y lo que es interesante, para difundir mas es intentar que se abra la curiosidad: Oye, ¿qué está pasando allí? ¿Qué está ocurriendo allí? Está pasando algo muy interesante, está viniendo gente de todo el mundo, entonces, yo tengo que ir, ¿no? Me encantó poder ver banderas de otros países, de la India, Suiza, Inglaterra, me ha fascinado. Y repito, yo pienso que esto va a mucho más.
Manuel, preséntate un poco y cuéntanos tu experiencia del viaje de Arbain a Irak.
Hola, soy Manolo Espaliú, soy un fotógrafo de Sevilla, del Sur de España, y en los últimos mi trabajo como fotógrafo está relacionado con Irán y una gran parte de mi trabajo está relacionado con el chiismo y con algunas ceremonias del chiismo como Ashura, Muharram y ahora he estado trabajando sobre el Arbain.
Mi experiencia en el día de Arbain ha sido realmente intensa e impresionante, he vivo cosas que nunca imagine que iba a vivir.
Visitamos un moukeb, el mausoleo de Imam Husain y de Abbas, la verdad que tener la oportunidad de vivirlo desde dentro con los hermanos, ha sido absolutamente maravilloso.
Tengo 48 años, con lo cual he vivido bastante y la verdad que podría decir que ha sido la experiencia más impresionante que he tenido a lo largo de mi vida. Realmente, ver como todo el mundo en comunidad, vive por y para el Imam Husain, es realmente impresionante.
¿Qué cosas atajo tu atención para fotografiar?
Una de las cosas que más me interesa cuando hago el trabajo fotográfico, no es solo concentrarme en la esencia y lo verdadero e interesante de lo que está sucediendo, sino abarca cosas que suceden alrededor, por ejemplo, en este caso en el día de Arbain, todas estas personas que trabajan voluntariamente sin ningún ánimo económico. Todos estos oficios, ayudar sin ningún interés económico, solamente ayudar a la comunidad, ayudar a que todo funcione como, por ejemplo, la gente que prepara las comidas, la gente que limpia, que son personas que están al servicio de la comunidad, pero también al servicio del Imam Husain, o al revés, están al servicio del Imam Husain y al servicio de la comunidad.
¿Cómo era tu pensamiento antes del viaje a Arbain?
Desde el principio, había noticias de Arbain por mis amigos shias, me comentaban cómo funcionaba como tal, una de las cosas que me comentaban que era interesante, era y que me ha sorprendido, eran la infinidad de familias, comunidades, tribus, preparan Moukebs y locales y van invitando a comidas, bebidas, masaje si te duele la espalda, te arreglan la mochila, y la gente que tiene maquina coser cosiendo…
Una de las cosas más impresionantes de este encuentro, porque es un encuentro realmente, además, de ser un camino, es la enorme cantidad de gente. Te dicen que el año pasado fueron 20 millones, que este año son 25, yo no sé si haya manera humana de contar esta cantidad enorme de gente.
He estado en situaciones de mucha cantidad de gente en Sevilla, en Irán, en Ashura en las ciudades como Teherán que es muy grande, pero nunca vi algo como Arbain, me dicen 20 o 15 millones, el número es impresionante y desde que sales de Najaf hasta Karbalá, santuario del Imam Husain, estas acompañado de miles de personas, exceptuando cuando nosotros hicimos el camino que se hacía antes en la época de Sadam que lo prohibía y castigaba a la gente que siga el camino que estaba más tranquilo, a lo largo de todo el camino oficial digamos, es absolutamente impresionante la cantidad de gente.
¿Qué sentiste cuando entraste por primera vez al santuario del Imam Husain en Karbalá?
Es un proceso curioso cuando entras al mausoleo del Imam Husain, porque yo sabía que me iba a encontrar con momentos muy emotivos, porque me sucedió en Ashura y en semana santa en España, es un proceso de transformación. Es un sentimiento natural.
No es premeditado, tú te emocionas, ves cómo la gente se emociona y tú eres participe, tú también quieres abrazar a las personas, estaba sediento y enseguida salí a comprar dos botellas de agua fría, después compartí para todos mis compañeros de caravana, no sé cuántas horas se demoró 5 minutos o 2 horas que habíamos tenido tantas cosas en común, que nos fundimos en un abrazo enorme y hable con algunos chicos que sabían ingles …. Que tengo 48 años, que ni he vivido poco y que seguramente será una de las experiencias más impresionantes que he tenido en mi vida.