En la ciudad de Erkensch en el Estado alemán de Renania del Norte-Westfalia, los musulmanes ganaron una demanda presentada hace cinco años por los lugareños que exigían la prohibición del Azan (El llamado a la oración), que transmitía la mezquita local los días viernes.
El tribunal desestimó el caso el miércoles después de cinco años de batallas legales. Como resultado, ya no hay barreras para el llamado a la oración en la ciudad, según informó, Deutsche Welle.
Al anunciar el veredicto, el juez dijo que toda sociedad debe aceptar que otras también practicarán la religión. Mientras no se obligue a nadie a practicar la religión, no hay posibilidad de quejarse.
El tribunal de Münster determinó que una parte de las leyes sobre la libertad de religión denominadas leyes de "libertad religiosa negativa" no otorgaba a nadie el derecho a evitar la exposición a las expresiones de fe de otros grupos, sino que buscaba proteger a las personas de ser obligadas a participar en ejercicios religiosos en contra de su voluntad.
Un fallo judicial anterior había ordenado a la mezquita que cesara su llamado semanal a la oración en 2018 después de que una pareja cristiana local, que vivía a un kilómetro de la mezquita, presentara una queja, invocando su libertad religiosa para no tener que participar en oraciones o derechos.