“La discriminación no tiene cabida en este país”, dijo Halima Yaqub, la primera presidenta con el hiyab de Singapur.
Aunque las mujeres musulmanas de Singapur pueden usar el hiyab libremente, algunas empresas lo prohíben en el lugar de trabajo.
Farah, una singapurense con velo, lanzó un debate sobre la necesidad de respetar la diversidad y luchar contra la discriminación en el lugar de trabajo, según informó Iqna, citando a Deccanherald.
Farah, una psicoterapeuta que trabaja en un hospital del gobierno en Singapur, tiene que quitarse el hiyab todos los días durante su trabajo. Se unió a un grupo de mujeres musulmanas que, con 50.000 firmas, exigen que se levante la prohibición del velo en el lugar de trabajo.
“Hace dos años, durante una entrevista de trabajo, los funcionarios del hospital me dijeron que no podían contratarme si me quedaba con el pañuelo en la cabeza. Me sentí impotente. Es injusto. ¿Por qué el hiyab tenía que impedirme trabajar?