Por Mario Ramón Duarte para Alainet.
Históricamente las tecnologías han sido usadas para satisfacer de una u otra forma necesidades esenciales, como por la alimentación, la vestimenta, la vivienda, la protección personal, la relación social, la comprensión del mundo natural y social; como también para obtener placeres estéticos y corporales, es decir, el deporte, la música, en si el hedonismo en todas sus formas; y como medios para satisfacer esos deseos, que no son otra cosa más que la simbolización de estatus, fabricación de armas y toda gama de medios artificiales usados para persuadir y dominar a las personas, pero esta dominación no debemos olvidar que se produce, merced a la falta de muchos factores que aún no hemos sido capaces como experto o especialistas, más la voluntad de la comunidad mundial, en especial de los Estados de contar con una debida regulación del Ciberespacio para ir trabajando firmemente en el tema.
Hoy día, y sin dudas es una constante en pleno ascenso, a través del devenir de los años, más precisamente, en el último cuarto de siglo, que vivimos y somos parte de un mundo en que la tecnología marca el ritmo del progreso y las pautas de vida; en otras palabras, vivimos en un nuevo entorno moldeado por la tecnología, mas allá de la mirada que podamos tener de ella, es una realidad incontrastable, de la que lejos de hacer caso omiso, debemos tomar las riendas del destino y enfrentar el rumbo que marcan los tiempos.
Claro que así, como ésta trajo múltiples beneficios en estos últimos años mencionado más arriba, en diversas áreas como la medicina, el medioambiente, la forma de comunicarnos, el acceso rápido a la información, simplificación de tareas domésticas entre otras, no podemos dejar de mencionar como siempre lo hicimos, el lado menos productivo o malicioso de esta revolución.
Por eso, cuando mencionamos el costado negativo de ello, una de las problemáticas más renombradas y habituales son los Fraudes Digitales o Fraudes Cibernéticos.
Haciendo un poco de ejercicio histórico los intentos de Fraude tradicionalmente identificados, en la actualidad tienen también presencia plena en el mundo del internet, en el que nuevas herramientas y posibilidades de comunicación están también a disposición del timador. El acceso a servicios que requieren una especial confidencialidad, como es por ejemplo: la banca electrónica, el comercio electrónico o los portales que facilitan trámites con la administración, aumentan cada día y nos permiten realizar casi cualquier tipo de operación a través de internet, pero constituyen también un objetivo para colectivos con intensiones deshonestas; y menos aún hablar del ámbito privado del usuario mismo en cuestiones personales de privacidad o intimidad.
Pero para poder avanzar en esta más que importante e interesante temática, tenemos que lograr un concepto lo más abarcativo posible de este Fraude Digital o Cibernético para su mejor comprensión y a su vez prepararnos de la mejor manera para no ser víctimas de ello.
“El Fraude Digital o Cibernético, se refiere al fraude realizado a través del uso de una computadora, de un dispositivo tecnológico inteligente cualquiera o el internet. La piratería informática de Hacking, es una forma común de fraude: el delincuente usa herramientas tecnológicas sofisticadas para acceder a distancia a una computadora o dispositivo tecnológico con información confidencial. Otro tipo de fraude involucra la intercepción de una trasmisión electrónica. Esto puede ocasionar el robo de la contraseña, el número de cuenta de una tarjeta de crédito u otra información confidencial sobre la identidad de una persona. Otro concepto con una mirada más legal del tema y a la cual adherimos, afirma, que el Fraude Digital es toda aquella acción antijurídica y culpable que se da por vías informáticas o que tiene como objetivo destruir y dañar ordenadores, medios electrónicos y redes de internet. Los Fraudes Digitales o Cibernéticos son aquellas actividades ilícitas que, por un lado se cometen mediante el uso de las computadoras, sistemas informáticos u otros dispositivos de computación (la informática es el medio o instrumento para realizar un delito), o también tienen por objeto causar daño, provocar pérdidas o impedir el uso de sistemas informáticos (delitos informáticos). En resumidas cuentas se considera Fraude Digital, informático o cibernético a todo acto ilícito producido a través de un dispositivo tecnológico para la obtención de información confidencial sin consentimiento, es decir una acción delictual para perjudicar a otro usuario.
Ahora bien, prosiguiendo con dicha temática, decimos que cuando observamos los esfuerzos en la lucha contra el fraude y la delincuencia digital desde el paradigma causa-efecto, la sensación que se obtiene es que estamos perdiendo la guerra y que el enemigo cada vez se fortalece y mejora sus técnicas para sorprender a la sociedad de formas inesperadas.
Pero más allá de todo lo enunciado precedentemente, no podemos dejar de insistir y señalar los tipos de Fraudes Digitales más conocidos del cual somos proclives a caer en ellos cotidianamente y a cada instante, si bien muchos usuarios ya conocen algunos de estos, es un imperativo insistir y dar a conocer o publicitar incesantemente para ir creando mayor conciencia y conocer las medidas más simples para no caer en ellos tan fácilmente.
Entre las principales podemos mencionar al Phishing, que es una de las técnicas más usadas por los estafadores para conseguir nuestros datos personales, bancarios o contraseñas. Se realiza mediante el envío masivo de correos electrónicos en el que se intenta suplantar a una entidad bancaria, una red social o cualquier otra empresa cotidiana. La finalidad de estos envíos es intentar parecer lo que no se es y solicitarnos información sensible que luego utilizaran para realizar una estafa o daño. Para Evitar este tipo de Fraude Digital debemos comprobar la veracidad de la dirección de correo electrónico que nos han enviado. Ante la más mínima duda debemos ignorar estos correos y recordar que nunca facilitaremos ningún tipo de información personal. El Pharming, es una variante del anterior caso; en lugar de enviarnos un correo electrónico, en esta ocasión aprovecha una vulnerabilidad de una página web de una empresa para añadir un enlace en dicha página a una página web fraudulenta. Al pulsar sobre el enlace incluido con fines fraudulentos, seremos redirigidos a una página web que no tiene nada que ver con la que habíamos visitado anteriormente.
El Vishing y Smishing, también son otra variante del phishing, aquí se utilizan llamadas telefónicas o mensajes cortos para cometer un Fraude Digital. Con estos métodos se solicitan los datos personales al usuario utilizando la excusa de participar en un sorteo, obtener una oferta muy atractiva o recibir un regalo. Lo recomendado ante dichas amenazas, es ignorar totalmente estos mensajes. Spamming, consiste en el uso de sistema de mensajerías para enviar un mensaje no solicitado o spam, de forma masiva y habiltuamente de tipo publicitario que nos perjudicara de algunas o varias maneras. La única solución que tenemos a nuestro alcance es etiquetar siempre este tipo de mensaje como correo no deseado.
Carding, este tipo de Fraude Digital consiste en el uso no autorizado de una tarjeta de crédito, cuenta bancaria u otra información financiera sensible. Al tener acceso a nuestros datos bancarios los ciberdelincuentes, pueden realizar cargos y operar libremente con ellos hasta que nos demos cuenta y procedamos a realizar la correspondiente notificación a nuestra entidad financiera. Se lo puede descubrir solo a través del análisis de nuestros movimientos financieros detectando los cargos efectuados de manera irregular, por eso es recomendable verificar diariamente nuestras cuentas bancarias después de haber realizado una transacción en internet.
Estos son solo algunos de los tantos casos que se nos pueden presentar cotidianamente en lo que respecta al Fraude Digital y por ello es preciso, leer, conocer, tener en cuenta estas pautas y adentrarse cada vez más en estas cuestiones, debido a que su evolución de manera vertiginosa y al aparecerse en forma disruptiva, a tal punto de crear un nuevo entorno del cual somos parte sin quererlo o pretenderlo tan inesperadamente, el único camino es dotarnos de los mecanismos de defensa a nuestro alcance, mientras nos adecuamos a este nueva revolución tecnológica.
No cabe dudas de que son muchas más las diferentes modalidades de Fraude Digital, como ser las cartas nigerianas, falsas multas, cheques de regalo, aviso de falsos virus, banqueo de dinero, falsas encuestas, falsas propuestas de empleo, oportunidades de negocio, amenazas de secuestros, ayuda para desfavorecidos o desastres naturales, compras on line, etc.; y para ello debemos aplicar la mejor defensa que es el Sentido Común y tener claro que las oportunidades milagrosas no existen.
Un gran dato a tener en cuenta y precisamente en nuestro país es que en una encuesta de la BBC, es que en Latinoamérica Brasil es el país más afectado, seguido por México y después Argentina por Fraude Digital. Un ejemplo para graficar esta cuestión sale del Fraude Cibernético en el comercio electrónico y phishing a los bancos de Latinoamérica en especial a los tres países antes mencionados, superan los U$S 93.000 millones anuales, datos que dejan una investigación que analizo la magnitud de los ciberdelitos en el Ciberespacio.
Por ultimo cabe recalcar y recordar que estamos atravesando momentos inéditos y difíciles, no solo en materia tecnológica, sino que a ello se suma y quizás agudizando la compleja situación cotidiana, la pandemia del Coronavirus (Covid-19), que sin dudas a causado y sigue causando estragos en la comunidad mundial, llevando por delante todo a su paso, y la tecnología no ha sido ajeno a esto, al contrario ha servido de mucha ayuda por un lado en materia de salud, pero es caldo de cultivo para los Ciberdelincuentes que aprovechándose de dramáticas circunstancias en todo aspecto causado por el virus, han encontrado terreno fértil para provocar daños a miles de usuarios en la web. Por eso es preciso estar atentos y tomar todos los recaudos necesarios que tratamos de mencionar en el presente artículo, los fraudes on line, ciberataques a centros de salud, explotación de menores, violación de la intimidad y especialmente hackeo de cuentas en redes sociales como Instagram, Facebook, Twitter, Whatsapp, entre otras en Argentina en estos últimos meses han crecido un 500%. Insistimos estar atentos, leer, estudiar estas cuestiones y utilizar el Sentido Común sobre todo en tiempos difíciles que vivimos y el virus nos lleva a estar más tiempo en nuestros hogares y por ende más tiempo en la red.
- Dr. Mario Ramón Duarte es Abogado (UCASAL). Juez Administrativo de Faltas Sauce (Ctes.) M/C. Especialista Derecho Faltas y Contravencional (UCSF). Miembro Dossier Geopolítico/Cees (CBA. ARG) (CABA-ARG). Colaborador CENEGRI (RJ. BRA.. Esp. Ciberseguridad y Ciberdefensa
FUENTES CONSULTADAS
Por Mario Ramón Duarte para Alainet.