Dar armas a terroristas sale muy barato cuando estás en el bando correcto. Durante años y con la excusa de apoyar a los 'rebeldes moderados' contra Bashar al-Assad, Estados Unidos, Arabia Saudí, Qatar, Francia, Reino Unido y más países han entregado armas y dinero a auténticos integristas de la órbita de organizaciones como al-Qaeda e incluso el grupo terrorista ISIS antes de 2014. Y todavía hoy no se ha pedido la cabeza de los responsables.
Utilizar a terroristas como tontos útiles no es nada nuevo. Hillary Clinton ya reconoció en su momento que EE.UU. era responsable de la aparición de al-Qaeda tras armar, financiar y entrenar a su embrión para lanzarlo contra la Unión Soviética en Afganistán. En aquel momento les parecía bien, y ahora tampoco piden perdón con demasiado sentimiento de culpa; aunque esos mismos mercenarios terminasen volviendo las armas contra Estados Unidos y cometiendo el atentado terrorista más letal de la historia. La misma dinámica la hemos visto en Libia, un país ahora ingobernable dominado por señores de la guerra, mafias y organizaciones extremistas, y más descaradamente en Siria.
La guerra está terminando y el gobierno sirio no ha caído. En este contexto ya quedan pocos focos rebeldes. Principalmente podemos diferenciar Idlib y Afrín. En ambos casos, los grupos rebeldes han demostrado ser de todo menos demócratas, seculares o revolucionarios.
En Afrín tenemos al ala proturca. El Frente de Liberación Nacional, Ejército Nacional o TFSA; tienen muchos nombres. Se trata de la suma de múltiples grupos terroristas, algunos medianamente moderados y mercenarios. Destacan 'Zenki’, conocidos por grabar la decapitación de un niño, Legión Sham o Ahrar al-Sham, que durante años fue uno de los grupos yihadistas más importantes de Siria.
En Idlib la cosa no mejora. Si en Afrín encontramos a unos criminales que han saqueado los hogares de miles de civiles y vaciado la gobernación de cualquiera que disienta con Turquía, en Idlib la fuerza más importante que lo domina prácticamente todo es Hayat Tahrir al-Sham; la sección histórica de al-Qaeda en Siria.
Aunque Hayat Tahrir al-Sham ha querido desmarcarse de al-Qaeda, lo cierto es que su líder histórico sigue siendo Jolani, de al-Qaeda, y que su mulá más importante sigue siendo Muhaysini, también de al-Qaeda. La única voz relativamente discordante respecto a HTS con fuerza es Hurras ad-Din, una escisión de Hayat Tahrir al-Sham que se reivindica como la auténtica sección de al-Qaeda en Siria. La cosa no mejora.
¿Y cómo han llegado a ser tan fuertes? Principalmente gracias al apoyo que durante años han recibido los rebeldes y que ha terminado en manos de estas organizaciones, que desde el principio eran quienes dominaban la oposición armada en Siria.
Aunque haya quienes incluso hoy intentan negar lo evidente, ya en 2012 era obvio que grupos extremistasestaban dentro de lo que se conocían como 'rebeldes moderados'. Periodistas y medios tan poco sospechosos de apoyar al gobierno sirio y estar al servicio del Kremlin, como David Alandete en El País, ya avisaban de que organizaciones extremistas como al-Qaeda estaban entre las filas de los mismos rebeldes que seguían recibiendo financiación de occidente. El New York Times incluso explicaba cómo grupos yihadistas terminaban recibiendo las armas que llegaban a Siria desde Qatar y Arabia Saudí. Y aun así, ningún mandatario tuvo que dar explicaciones en su país. Ningún organismo exigió nada a nadie. La ONU sigue sin sancionar a líderes de
En Reino Unido la apología del terrorismo es un delito. Sin embargo, parece que no hay ningún problema en que el por entonces Primer Ministro de Reino Unido David Cameron admitiese en 2015 que había estado apoyando a "mercenarios de línea dura" en Siria. David Cameron reconoció que de entre los 70.000 rebeldes a los que había apoyado incluso con bombardeos, había muchos mercenarios, y que no eran gente "que se unirían a una conferencia del partido Liberal Demócrata". David Cameron mantuvo su puesto, y aun hoy sigue sin recibir ninguna sanción por parte de ningún organismo que dice combatir el extremismo. Tampoco se le condena por apología del terrorismo, aunque haya ensalzado y apoyado a terroristas dentro Siria.
Si bien los responsables de apoyar a criminales que en 2013 se grababan comiendo corazones de soldados sirios podían escudarse en la ignorancia, aunque el desconocimiento de la ley no exime del cumplimiento de la misma, en 2015 todavía se seguía apoyando a extremistas a pesar de la preocupación de los servicios de inteligencia.
Turquía y Arabia Saudí llevan años de disputa por convertirse en el referente global de los musulmanes suníes. Una disputa que en Siria la llevaron al extremo apoyando de forma explícita a organizaciones como el Ejército de la Conquista, que teniendo al clérigo saudí de al-Qaeda Abdulá Muhaysini como líder espiritual, llamaban al exterminio de los chiíes en concreto y los infieles en general. Organizaciones que tienen como objetivo la instauración de un califato y la interpretación más fundamentalista del islam, han estado agradeciendo hasta hace poco el apoyo saudí recibido.
Y aun con todo, llegamos a 2017 y resulta que el apoyo a terroristas seguía. Reino Unido hasta hace poco ha estado apoyando a la 'Policía Libre de Idlib', ligada a Zenki y que a principios de 2019 se ha disuelto para unirse a las estructuras de seguridad de Hayat Tahrir al-Sham; sí, la sección original de al-Qaeda en Siria.
La empresa Adam Smith International que ha estado financiando desde 2014 a la 'Policía Libre de Idlib' sigue actuando con impunidad, y Boris Johnson tampoco ha tenido que pedir perdón por destinar 4 millones de libras británicas a un proyecto que se ha dedicado a financiar a grupos extremistas dentro de Idlib bajo el paraguas de la 'Policía Libre de Idlib'. Un nombre muy pomposo para un organismo pantalla utilizado por terroristas con el fin de obtener financiación.
Y esto es lo que sabemos. Porque la CIA tiene su propio programa de financiación, entrega de armas y entrenamiento a rebeldes que en ocasiones ha chocado con el Pentágono, lo que llevó a Trump a cancelar el programa clandestino para armar y entrenar a los rebeldes del cual sabemos entre poco y nada.
La información que hay es suficiente para enviar a prisión a unas cuantas personas, pero todos sabemos que es algo que no va a pasar. Los nombres están sobre la mesa, pero no llegarán a ningún tribunal de La Haya. ¿Por qué? Porque están en el bando correcto y apoyan el terrorismo correcto. Porque como dijo Franklin Delano Roosevelt sobre Somoza, "son nuestros hijos de puta".
Fuente: RT