Las nuevas normas israelíes harán muy difícil la vida de los encarcelados
El régimen sionista ha impuesto nuevas medidas drásticas que empeorarán la condición de los palestinos detenidos en las cárceles de la ocupación israelí.
Bajo las nuevas pautas, los prisioneros ya no podrán cocinar su propia comida. Sus utensilios de cocina les serán confiscados y se les reducirá significativamente el dinero que reciben de organizaciones de derechos humanos y familiares. Las visitas de allegados serán limitadas y se prohibirá la de parlamentarios israelíes.
Por otro lado, los miembros del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) y el Movimiento Palestino de Liberación Nacional (Al-Fatah), ya no serán separados por secciones, pese a las tensiones entre ellos. Según el ministro, mantenerlos en recintos distintos solo fortalece “la identidad” de sus grupos.
Una de las medidas más severas consiste en reducir el consumo de agua. Erdan afirma que los reclusos palestinos dejan los grifos abiertos todo el día como “acto de desafío” y gastan “cinco veces más agua que un ciudadano israelí”.
La decisión ha disgustado a los grupos que defienden los derechos de los palestinos, quienes opinan que las nuevas normas harán muy difícil la vida de los prisioneros.
Varias organizaciones defensoras de los derechos humanos han denunciado los malos tratos de los que son objeto los prisioneros palestinos, en especial los menores de edad.
Además de presionar a los retenidos palestinos, el régimen sionista ha atacado en reiteradas ocasiones a sus familiares, en venganza, ha destruido sus casas, también las de los familiares de los mártires.
Según las fuentes oficiales, más de 7000 palestinos están retenidos contra su voluntad en las cárceles israelíes.
Fuente: Al Ahed