Horas antes de conocerse la decisión de la jueza Daniella Camacho, que deberá definir si llama o no a juicio al exmandatario de Ecuador en el denominado Caso Balda, Rafael Correa brindó una entrevista en exclusiva para TeleSUR.

El expresidente aseguró que es víctima de una persecución judicial similar a la que sufre Luiz Inácio Lula Da Silva en Brasil, enmarcada en "una estrategia regional" con el apoyo de "la prensa corrupta".

En este sentido indicó que "no nos pueden vencer en las urnas y aplican el lawfare (guerra jurídica)".

El Caso Balda es "puramente político" para evitar que "participe en política y sobretodo en la campaña próxima de marzo de 2019", expresó, y agregó que no espera "absolutamente nada de la justicia ecuatoriana" porque Ecuador "está totalmente fuera del Estado de derecho, no hay una Corte constitucional".

"En octubre (Lenín) Moreno dijo que me quería ver preso y de ahí se me abrieron trece procesos penales (...) se han tomado a la Justicia", denunció el expresidente de Ecuador.

A nivel internacional "Ecuador está quedando en ridículo (...) Interpol no le ha hecho el más mínimo caso a la orden de arresto (emitida en su contra)", destacó en diálogo con TeleSUR.

Por último, Correa indicó que está "absolutamente tranquilo" con su inocencia y que sus denuncias contra el Estado ecuatoriano en la justicia internacional "tomarán tiempo, pero estamos seguros de la victoria. Esta acusación es insostenible".

Huelga de hambre de Jorge Glas

Rafael Correa también se refirió a la huelga de hambre en prisión que sostiene hace 18 días el exvicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas. Este "es un hombre muy valiente, de muchos principios (...) el está dispuesto a morir, su valentía nos inspira a todos", expresó.

Asimismo, explicó que el caso de Glas, condenado por su supuesta implicación en un entramado de corrupción con la empresa constructora brasileña Odebrecht, fue planeado para "robarle la vicepresidencia".

Fuente: Telesur