Un amplio estudio realizado en China sugiere que hay un vínculo entre la contaminación del aire y los efectos negativos en las habilidades verbales y matemáticas de las personas.
Ya es bien conocido el vínculo entre la polución y las enfermedades respiratorias, la mayoría de los expertos creen que las partículas pequeñas también aumentan el riesgo de problemas cardiacos. Aún no hay certeza sobre si la contaminación del aire afecta la cognición, pero varias investigaciones han encontrado una posible conexión.
El estudio más reciente, hecho por investigadores radicados tanto en China como en Estados Unidos y publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, analizó cuánto afecta la exposición a la polución del aire en las pruebas de aptitud en matemáticas y reconocimiento verbal en más de 25.000 personas en 162 condados chinos.
Los autores basaron sus hallazgos en modelos que combinan datos climáticos y de contaminación de ubicaciones específicas en China donde las personas tomaron las pruebas estandarizadas nacionales en 2010 y en 2014. El análisis buscaba estudiar de qué manera la exposición a corto y largo plazo afectó las calificaciones y, por tanto, los cerebros de quienes hicieron las pruebas.
Los autores encontraron que el impacto cognitivo de la exposición acumulada a la contaminación —medida según niveles de dióxido de sulfuro, dióxido de nitrógeno y partículas PM2.5 y PM10— era particularmente notorio entre varones de mayor edad y que los resultados son sumamente preocupantes porque el declive cognitivo es un factor de riesgo para varias formas de demencia y alzhéimer.
El estudio “aumenta la necesidad de atender el tema de la contaminación del aire para proteger la salud de las poblaciones jóvenes y adultas”, dijo vía correo electrónico Heather Adair-Rohani, oficial técnica de salud pública y el medioambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Ginebra, grupo que no estuvo involucrado con el estudio.
Desde hace tiempo la polución atmosférica ha sido reconocida como una amenaza importante para la salud pública mundial.
En 2016, la OMS reportó que el 92 por ciento de la gente en todo el mundo inhala aire que no es saludable, que define como uno que tiene concentraciones de partículas finas (conocidas como PM2.5) mayores a los diez microgramos por metro cúbico.
En mayo, la agencia dijo que la contaminación del aire provocó alrededor de 4,2 millones de muertes prematuras en todo el mundo durante 2016 —más de un millón de estas sucedieron en China— y que la exposición a corto y largo plazo aumentaba el riesgo de sufrir derrames cerebrales, enfermedades cardiacas, cáncer de pulmón y desórdenes respiratorios crónicos y agudos.
Otra investigación reciente estimó que la polución del aire reduce las expectativas de vida según la ubicación: en Rusia, por ejemplo, disminuye nueve meses, mientras que en Egipto se acorta por 1,9 años.
Sin embargo, pocos estudios epidemiológicos han analizado las asociaciones entre la polución y la cognición en adultos. Otro análisis hecho en 2014 por investigadores en Francia e Inglaterra encontró que la contaminación causada por el tráfico vehicular en Londres estaba vinculada a un declive cognitivo en los participantes, con una edad promedio de 66 años.
El nuevo estudio encontró que la “exposición acumulativa” tenía un efecto pronunciado en las pruebas de aptitud verbal sobre todo entre hombres de mayor edad y que si se redujera la concentración de los niveles de partículas PM10 a los estándares máximos de la Agencia de Protección Ambiental estadounidense las personas podrían moverse de la mediana —el percentil 50— en resultados al percentil 58 en las calificaciones de matemáticas y al 63 en las verbales.
La investigación se esforzó por minimizar el impacto de otras variables además de la contaminación. Por ejemplo, no incluyó a quienes tomaron la prueba en un condado en 2010 y en otro en 2014 ni a quienes trabajan en minería, fundidoras, astilleros y otras “profesiones contaminantes”.
He Gojun, economista de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong que estudia la contaminación en China, dijo que la metodología, los datos y los resultados son sólidos, aunque indicó que medir los efectos de la exposición a largo plazo a la polución es difícil porque hay varios factores individuales; por ejemplo, si alguien tiene filtros de aire en sus hogares.