El panorama luce complejo y resulta necesaria una voz que permita aclararlo. Para ello, decidí entrevistar a Jesús Mieres Vitanza, director del laboratorio de ideas Topo el Molino, agrupación que realiza constante monitoreo sobre la agenda latinoamericana y mundial en materia de política exterior, estudios estratégicos y seguridad.
Nos recibe en una oficina coronada por una biblioteca donde asoman las obras completas de Carl von Clausewitz, John Rawls y Rousseau. Una pizarra verde y anacrónica le sirve para hacer diagramas que apoyan las respuestas de mis preguntas. Se disculpa por usar tiza y no marcadores. Un café brinda el clima perfecto para comenzar.
José Negrón Valera: Hace unos días, Associated Press publicó información sobre una reunión en la Casa Blanca en el 2017 donde Trump habló sobre la posibilidad de invadir Venezuela. ¿Cree posible una intervención militar de Estados Unidos en el país?
Jesús Mieres Vitanza: Una intervención militar de Estados Unidos en contra de Venezuela es una posibilidad real dentro del corto, mediano y largo plazo. Sin embargo, es una posición que responde a un paradigma político que está en desuso. Con esto quiero decir, que desde el paradigma que algunos autores han llamado poswestfaliano, una intervención estadounidense en contra de Venezuela no será solamente militar, ya que a partir del 2001 la concepción de la guerra mutó de estar vinculada estrictamente a lo militar, hacia un enfoque holístico en donde se puede hacer desde cualquier dimensión.
Frente a esto debemos preguntarnos: ¿no nos han intervenido ya Estados Unidos? Yo diría que ya lo hicieron y que lo militar solo sería un medio más, dentro de las distintas formas que tienen de atacar a Venezuela. Sin embargo, el medio militar representa un alto costo mediático para Washington en la región, en tanto que este curso de acción le restaría, aún más, confianza y liderazgo en Latinoamérica.
JMV: Luego de la publicación de Imperio de Michael Hardt y Antonio Negri en el año 2000, comprendimos que era real la existencia de una fase de transición del imperialismo. Con esto quiero decir que, actualmente, existe un 'Imperio' formado por Estados Unidos que va más allá de sus límites geográficos y opera en conjunción con sus aliados políticos estratégicos, ONG y diferentes empresas multinacionales.
Cada día, los límites de este 'Imperio' van expandiéndose, convirtiendo a toda la humanidad en parte de él. No es una expansión geográfica, sino, por el contrario, es abstracta. Es una expansión en dimensiones como lo cultural, lo idiomático, los estilos de vida, las formas de pensar e incluso la dominación biopolítica como lo estableció Foucault; y todo lo que este fuera de este imperio será considerado por él como lo bárbaro, lo negativo, lo que debe ser erradicado, o lo que debe ser 'civilizado' desde los valores afines a dicho 'Imperio'.
Es a partir de este planteamiento que podemos responder cómo puede ser la naturaleza de la invasión estadounidense en contra de Venezuela, porque desde la victoria electoral de Hugo Chávez en 1999, Caracas se ha convertido en un ícono en contra del 'Imperio'. Lo que significa que la guerra que aquí se libra en resistencia a Estados Unidos, ellos la ven como una guerra en contra de los bárbaros.
La naturaleza de la lucha que lleva a cabo Venezuela en contra de Estados Unidos es una guerra en contra de la guerra misma. Por lo cual es importante comprender la estrategia que tienen las diferentes organizaciones, agencias e instituciones del país norteamericano, ya que harán la guerra con unas características particulares, en donde lo militar será simplemente una arista de toda la gran táctica.
JNV: ¿Qué condiciones deben suscitarse para que ocurra una intervención o ataque militar como el que describe?
JMV: Las condiciones ya están dadas. Somos una amenaza por tener valores, mentalidades, objetivos, ideología y socios estratégicos diferentes a Estados Unidos. Es la misma razón por la que digo que los intereses de Washington van más allá de la intención de controlar algún producto estratégico para ellos. Se trata de lograr someter, incluso de manera ontológica, a una nación que no está alineada con una forma epistémica de pensar.
JNV: ¿Cuál cree que serían las consecuencias a nivel local y regional?
JMV: Las consecuencias ya las estamos viviendo. No solo en el plano económico, con la ausencia de ciertos productos, sino en espacios más abstractos. Con esto me refiero a que ya hay una gran cantidad de personas que se encuentran psicológicamente afectadas por la incertidumbre de su día a día. Nos encontramos aislados de otros países y naciones, de formas de pensar, por tanto hay un aislamiento inclusive del acceso a las ideas. No podemos comprender lo que vivimos si no logramos tener otras perspectivas de la misma realidad.
No lo digo solamente por una cuestión geográfica, sino también porque el hecho de que no nos podamos conectar con los principales tanques pensantes del mundo implica no tener acceso a la información de cómo ellos esperan hacer la guerra contra nosotros. Por eso digo que las consecuencias a nivel local y regional son devastadoras. En principio, porque vivimos con un relativismo muy marcado. Existen muchas personas que dudan de lo que es bueno o malo, social, económica, ideológica e incluso militarmente. Sin embargo, también podemos observar que la desvinculación con la 'otredad' venezolana nos limita nuestra propia imaginación y eso nos llevará a que para algunos sea difícil conseguir soluciones.
JNV: ¿Muchos consideran que Colombia sería la plataforma de ataque contra Venezuela? ¿Qué papel jugaría las FARC a su juicio?
JMV: Es probable que Estados Unidos utilice a Colombia como plataforma de ataque contra Venezuela. Es probable también que la estrategia de una operación como esta sea generar ingobernabilidad y desconexión con el 'heartland' venezolano, es decir, Caracas.
Sin embargo, es importante analizar el papel de los diferentes grupos que hacen vida en las zonas más cercanas a la frontera venezolana. Es el caso de las FARC, pero también de otros grupos, como las Autodefensas de Colombia, bandas criminales y agencias estatales que operan de manera clandestina en el lado colombiano de la zona fronteriza de Venezuela.
Por eso, analizar la participación de los grupos no convencionales que podrían ser actores activos de un conflicto como este es una tarea difícil debido a que habría que analizar cada uno de sus intereses. Sin embargo, su actuación podría ser decisiva a la hora de hacer un costo-beneficio para cada una de las partes involucradas, es decir, Colombia, Venezuela y Estados Unidos.
JNV: ¿Cuál cree usted que sería la respuesta de parte de potencias aliadas a Venezuela como Rusia y China ante un ataque a Venezuela? ¿Qué tipo de ataque tendría que sufrir el país para que ellos se movilicen? ¿Ve la posibilidad de que apoyen militarmente o solo lo harían en términos diplomáticos?
JMV: La participación de las potencias globales es importante. Debido a que actores como Rusia y China son aliados estratégicos de Venezuela. Esto quiere decir que su participación dentro del desarrollo político venezolano es activa, debido a que tienen inversiones y contratos a largo plazo con nosotros. Esto ha sido una estrategia importante del Estado venezolano, ya que ha logrado vincular la política interna propia con la política exterior de estos dos grandes países.
En caso de una acción militar estadounidense dentro del territorio venezolano, Rusia y China tendrán una participación activa dentro del conflicto, principalmente porque sus intereses comerciales y económicos se verán afectados de manera directa. Queda a responsabilidad de todos los funcionarios vinculados con la política exterior venezolana vincular de mayor manera a estos dos grandes países, para que su participación sea a favor de Venezuela y no al contrario.
JNV: ¿Tiene Venezuela la capacidad militar de responder a un posible ataque por parte de Estados Unidos?
JMV: En ninguna parte del mundo una táctica puede ser victoriosa si se cuenta con una mala estrategia. La Fuerza Armada Nacional Bolivariana ha hecho grandes esfuerzos por modernizar todo el sistema de armas venezolano y mantenerlo en condiciones óptimas. Pero quizás la ventaja más importante que tiene Venezuela es saber quién es su enemigo, reconocer cómo pueden ser todos los escenarios bélicos que puedan existir, haber hecho una distribución de cada una de las regiones estratégicas y una doctrina de defensa para cada una de ellas y mantener la moral del combatiente suficientemente alta y clara con los objetivos de la región.
Venezuela ya tiene preparada una respuesta militar a un posible ataque de Estados Unidos. Sin embargo, el campo de batalla deberá entenderse y adecuarse en un planteamiento clausewitziano. Es decir, lograr comprender de manera inmediata cuál es el punto de gravedad de ese ejército invasor para poder acabar en un corto tiempo con esa intervención extranjera. Con el objetivo estratégico de volver a tener control sobre el territorio y minimizar las pérdidas humanas y de recursos.
JNV: ¿Cree que Estados Unidos intente acciones de violencia con el fin de avanzar en lo que analistas como Thierry Meyssan llama la balcanización o destrucción del Estado-nación venezolano?
JMV: Considero que Estados Unidos podría intentar cualquier tipo de acción solo con el fin de desestabilizar a Venezuela y acabar con el Gobierno bolivariano. Sin embargo, creo que primero intentarán conseguir un control total del territorio a través de diferentes maniobras políticas, antes de desmembrar al Estado. Principalmente porque al destruir el Estado-nación corren riesgos estratégicos como es el caso de la participación de potencias como Rusia y China en cualquiera de las naciones nacientes.
JNV: ¿Qué debe hacer el Estado venezolano para evitar una intervención y también durante la misma? ¿Cuáles serían sus recomendaciones como experto en filosofía de la guerra?
JMV: La Fuerza Armada Nacional Bolivariana ha hecho grandes esfuerzos por hacer estudios sobre cómo podría ser la actuación de Venezuela dentro de un conflicto militar que implique la invasión del territorio nacional.
No obstante, una posición muy valiosa de la doctrina actual es considerar que ya los estadounidenses, aunque no hayan intervenido militarmente, día a día asedian a Venezuela con el fin de desestabilizar a la nación y generar caos en grandes magnitudes que consolide un estado de ingobernabilidad que justifique lo que ellos han llamado las 'intervenciones por ayuda humanitaria'.
Generar nuevos enfoques estratégicos, e incluso comprender los enfoques del enemigo ayudarán a asegurar una respuesta efectiva por parte de la FANB en cualquier ámbito nacional que se encuentre vulnerable o vulnerado por una amenaza extranjera.
La entrevista concluye cuando las notificaciones del celular confirman que un juez brasileño ha ordenado la inmediata liberación de Lula —el líder brasileño que se mantiene como favorito para ganar las elecciones generales en octubre— y que otro juez pretende mantenerlo en prisión.
"Se vienen tiempos interesantes en Brasil", pienso en voz alta. Mieres Vitanza me escucha sin inmutarse, se apresurar a garabatear en su pizarra los próximos escenarios que se abren en el futuro de la región y promete comentarme los resultados. Le agradezco el gesto mientras termino una tercera taza de café.